FORO DE DAVOS

Ucrania se convierte en la protagonista del Foro de Davos mientras que Rusia es la gran defenestrada

El Foro Económico de Mundial vuelve a celebrar su conocida reunión anual en Davos, a la que acuden los líderes políticos y los ejecutivos que mueven la economía global, en una apuesta por entender cómo actuar en un contexto de crisis económica, alimentaria y geopolítica simultáneas.

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Suele celebrarse en invierno pero este año, Davos tendrá lugar en mayo. No es la única anomalía. Aunque se hablará de otros temas como la globalización y el cambio climático, tan importante en este foro, la guerra de Ucrania centrará la agenda. De hecho, el presidente Volodímir Zelenski hablará por vídeo desde Kiev en la inauguración, aunque la delegación ucraniana encabezada por el ministro de exteriores estará presente.

Asistirán también el canciller alemán Olaf Scholz, el delegado estadounidense para temas climáticos John Kerry, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen.

La casa de los crímenes de Rusia

El Pabellón donde se solía instalar la delegación rusa, deja el hueco a otra invitada: la llamada 'Casa de los crímenes de guerra de Rusia'. Se trata de una exhibición organizada por el 'Pinchuk Arts Centre', con documentos de atrocidades cometidas por las tropas rusas en Ucrania: proyecciones de los combates, un mapa de ucrania con recuento de civiles fallecidos, etc. Se podrá ver en directo en YouTube. Los grandes magnates rusos, socios estratégicos de Davos hasta la última edición, también han sido borrados. Tanto los sancionados, como los que no lo están.

Es un cambio histórico en este foro. A lo largo de los años 90, los rusos se divirtieron mucho en Davos. Cuando Putin y Medvedev comenzaron a hablar en el escenario, era común encontrar una docena o más de oligarcas multimillonarios en el foro. ¿Se les echará de menos? Es una pregunta abierta, pero la ausencia de rusos en la ciudad de mayor altitud de Europa ciertamente será relevante.

Las fiestas de los oligarcas en Davos eran legendarias y notorias. En 2008, los patinadores artísticos campeones olímpicos actuaron bajo fuegos artificiales. En 2016, el magnate de la minería, Oleg Deripaska, llevó bailarines cosacos disfrazados para actuar ante sus invitados, mientras modelos vestidas como azafatas recorrían las salas del chalet con cuencos enormes de caviar negro servidos con cuchara a los invitados, acompañados de un chupito de vodka.

Globalización

Salvar la globalización y ver cómo está afectando la guerra de Ucrania es uno de los puntos importantes en la agenda, y una de sus sorpresas. El Foro la daba por imparable e inevitable desde el pasado siglo. Sobre todo tras el famoso discurso del presidente chino Xi Jianping en 2017 cuando defendió la globalización frente a las dudas de Donald Trump. La globalización era tan fuerte que la defendía un comunista frente a las tentaciones proteccionistas de un teórico adalid de los neoliberales estadounidenses.

Ahora, la pandemia y las rupturas en las cadenas de suministro han provocado una revisión de la globalización agudizada por las tensiones geopolíticas derivadas de la agresión rusa a Ucrania. Para muchos expertos, la prueba más difícil para la economía mundial desde 1945.

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