Reciclaje contra la invasión de chanclas en las costas de Kenia

Las cristalinas aguas que bañan la costa de Kenia son el lugar de trabajo de Jonathan. Su misión es la de recoger las chanclas que la corriente arrastra hasta la playa. La mayoría es basura, calzado perdido que llega desde varios países de Asia. Pero el trabajo de Jonathan es el primer eslabón de una cadena perfectamente organizada.

Las sandalias llegan hasta Nairobi, y allí, una empresa de reciclaje de chanclas comienza la transformación de un desperdicio en obra de arte. Sus más de 150 trabajadores se afanan en limpiar cada sandalia, pulirla y llevar a cabo un proceso auténticamente artesanal para crear juguetes o artículos para el hogar.

Esta empresa desempeña una doble función, ofrece un empleo a la población local y velar por el medio ambiente. "Vamos a llegar a las 400.000 toneladas de chanclas reciladas, la gente debe entender la importancia del océano", dice una de las organizadoras.