Invasión rusa de Ucrania

Putin reitera sus amenazas de guerra nuclear y ríe al hablar de próximos movimientos territoriales

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, admite que la guerra en Ucrania está enquistada. Advierte también de que el riesgo de guerra nuclear "va en aumento".

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Provocar una guerra con más de 50.000 muertos sigue siendo motivo para reírse. Esa es la actitud que demuestra el presidente de Rusia, Vladímir Putin, cuando habla sobre su 'operación militar especial', sin mostrar apenas un solo remordimiento. De hecho, y lejos de retractarse, Vladímir Putin avanza de que el riesgo de un conflicto nuclear a nivel mundial "va en aumento", una de sus premisas que, pese a todo lo que ha ocurrido, sigue sin cumplirse.

Al menos por ahora. Pero él, enrocado en su posición, advierte de que no piensa dar marcha atrás en ninguna de sus pretensiones, y ya avanza de que ve un largo recorrido a la guerra, cuando quedan apenas tres meses para que se cumpla un año desde sus inicios. En su último discurso, Putin da por sentado que la guerra de Ucrania continuará y que Rusia proseguirá con el conflicto hasta que se consigan los propósitos por los que fue iniciada.

Ha sido en dicho discurso donde Putin, lejos de asumir la guerra de Ucrania como una invasión, insiste en su retórica de 'operación militar especial'. El presidente ruso ha dicho que "la operación militar especial, por supuesto, puede ser un proceso largo". Luego, con risotada incluida, ha querido añadir que "respecto a la conquista de nuevos territorios, esto es un problema serio para Rusia". Así, Putin continúa decidido a proseguir con la batalla.

Rusia ha matado a casi 500 niños ucranianos

Otro de los aspectos clave que ha tenido lugar a lo largo de este miércoles ha sido la acusación formal de la ONU contra Rusia de cometer crímenes de guerra al ejecutar a niños indefensos. Aunque no hay alusión exacta a la forma en que se han producido estos crímenes, Ucrania lo tiende a catalogar como las muertes de niños en los bombardeos rusos que se llevan realizando en suelo ucraniano durante los últimos nueve meses y medio.

Las cifras oficiales aportadas por el Gobierno ucraniano estiman en que cerca de medio millar de niños habrían muerto debido a los ataques de Rusia. La población civil ha sido otra de las que ha pagado la guerra con uno de los mayores precios, teniendo que acostumbrarse a los incesantes bombardeos, y sin posibilidad alguna de escapar en la mayoría de los casos. El día a día de antes ha pasado a ser lo deseado por todos, con la esperanza de que la normalidad termine regresando.

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