SIRIA

EEUU lanza un ataque masivo contra el Estado Islámico tras la muerte de tres estadounidenses

Desde EEUU aseguran que estos ataques buscan desestabilizar la infraestructura del grupo yihadista y evitar nuevos atentados contra sus ciudadanos.

Donald Trump.

Donald Trump.EFE

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Estados Unidos ha lanzado una ofensiva a gran escala contra Estado Islámico en Siria como represalia por el ataque sufrido el pasado fin de semana en la provincia de Palmira, en la que murieron tres ciudadanos estadounidenses, entre ellos dos militares. La operación, según Washington, busca golpear la infraestructura clave del grupo yihadista y evitar nuevos atentados contra los norteamericanos.

El Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) confirmó este viernes que los bombardeos se han dirigido contra decenas de objetivos vinculados a Estado Islámico y que cuentan con el respaldo de países aliados en la región.

Más de 70 objetivos y apoyo de Jordania

Según explicó el CENTCOM en un comunicado difundido en redes sociales, las fuerzas estadounidenses han atacado más de 70 objetivos, incluidos depósitos de armas e infraestructuras del grupo yihadista. En la operación se emplearon más de 100 municiones de precisión, con la participación de aviones de combate, helicópteros de ataque y artillería.

La ofensiva ha contado además con el apoyo de las Fuerzas Armadas de Jordania, que desplegaron aviones de combate para respaldar a las tropas estadounidenses sobre el terreno.

Trump advierte a los terroristas

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el Gobierno sirio apoya "plenamente" los ataques contra el Estado Islámico y lanzó una dura advertencia a los yihadistas: "Serán golpeados con más fuerza que nunca antes si, de cualquier manera, atacan o amenazan a EEUU", afirmó en una publicación e Truth Social.

Trump describió Siria como "un lugar empapado de sangre", aunque defendió que tiene "un futuro brillante" si el Estado Islámico es erradicado.

"No es el inicio de una guerra"

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, subrayó que la operación no marca el inicio de un nuevo conflicto armado. "No es el comienzo de una guerra, sino una declaración de venganza", afirmó, antes de advertir que Estados Unidos seguirá persiguiendo a quienes ataquen a sus ciudadanos: "Hoy hemos perseguido y matado a nuestros enemigos. A muchos. Y seguiremos haciéndolo".

En la misma línea, el comandante del CENTCOM, Brad Cooper, calificó la ofensiva de "crucial" para prevenir futuros ataques terroristas y reiteró que las fuerzas estadounidenses continuarán actuando "sin descanso" contra quienes representen una amenaza directa.

Respuesta al ataque en Palmira

La ofensiva se produce tras el ataque del 13 de diciembre en el centro de Siria, cuando fuerzas estadounidenses que apoyaban una operación antiterrorista fueron atacadas por el Estado Islámico. En ese asalto murieron dos miembros de la Guardia Nacional de Iowa y un intérprete civil.

Desde entonces, Estados Unidos ha llevado a cabo una decena de ataques adicionales en Siria e Irak. En los últimos seis meses, estas operaciones superan ya las 80, con el objetivo declarado de neutralizar a terroristas que suponen una amenaza para la seguridad estadounidense y la estabilidad de la región.

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