OTAN

El perfil de Pedro Sánchez gusta en la OTAN como nuevo secretario general

La OTAN busca nuevo secretario general ante la confirmación de que Stoltenberg deja el cargo en otoño. Suenan varios nombres, pero Antena 3 Noticias ha podido confirmar que el perfil de Pedro Sánchez gusta mucho en la Alianza Atlántica. Se maneja bien en el ámbito internacional, es del sur de Europa y ha sido primer ministro. La negociación clave será en la cumbre de la OTAN el 11 y 12 de julio.

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El noruego Jens Stoltenberg ha dejado claro que se quiere marchar. Ha pasado nueve años al frente de la mayor Alianza militar del mundo y el años pasado ya tuvo que prolongar su estancia un año más. La brutal invasión rusa no hacía conveniente el relevo de la máxima autoridad política de la OTAN en un momento tan delicado. Pero ahora, con la estrategia y el rumbo ya marcado en Ucrania, ha comunicado a sus colegas que dejará el cargo en otoño y se vuelve a Noruega.

La carrera para suceder a Stoltenberg comenzó hace tiempo, pero los posibles candidatos salen y entran de las quinielas y nadie termina de desmarcarse. Hasta tres fuentes dentro de la Alianza Atlántica confirman a Antena 3 Noticias que el perfil de Pedro Sánchez gusta mucho y que hace unos meses su opción sonó con mucha fuerza en algunos despachos del Cuartel General en Bruselas. Pero, hasta ahora, el presidente del gobierno español, públicamente, siempre ha negado los rumores y dejaba claro que estaba centrado en agotar la legislatura en España hasta diciembre de 2023.

Sin embargo, el adelanto electoral ha cambiado las fichas del tablero. Si Sánchez perdiera las elecciones el 23-J, estaría disponible mucho antes de lo previsto. En principio, la OTAN tenía pensado elegir al sucesor o sucesora de Stoltenberg en la cumbre que celebrará el 11 y 12 de julio en Vilna, en Lituania, pero la falta de un consenso claro hace que el escenario más probable sea un aplazamiento de la decisión y eso abriría muchas puertas a una hipotética candidatura de Sánchez al frente de la OTAN. Lo que hace pocos días parecía imposible, ahora sí cuadra.

Buen perfil de Pedro Sánchez

Los altos mandos de la Alianza Atlántica analizan continuamente las cualidades que creen que debería tener el nuevo jefe, y nos confirman que Sánchez cuenta con ellas.

La primera es que se maneja bien en el ámbito internacional. Lo ha demostrado en estos años de continuos viajes y cumbres con líderes de todo el mundo. Su dominio del inglés y el francés ha sido fundamental, algo que supone un gran paso respecto a los anteriores presidentes del gobierno español, que ninguno hablaba el idioma y se venían muy limitados en ciertas negociaciones. En Bruselas, ha sido uno de los mandatarios más activos, sobretodo en la creación del Fondo de Recuperación tras la pandemia o para conseguir la excepción ibérica y poner un tope al precio del gas.

Aunque el gran escaparate que, nos cuentan, forjó el buen perfil de Sánchez fue la decisiva cumbre de la OTAN en Madrid, en junio de 2022, en plena invasión de Ucrania. Durante cuatro días, fue el anfitrión de una treintena de jefes de estado y de gobierno que debían tomar importantes decisiones para el futuro de la Alianza. Todas las delegaciones, incluido la estadounidense que comandaba Joe Biden, estuvieron de acuerdo en que la cumbre salió redonda.

La segunda cualidad que se valora es su procedencia. La Alianza busca un candidato del algún país sur (España, Portugal, Grecia, Italia…), después de que el cargo lo hayan ocupado varios políticos nórdicos en los últimos años. Stoltenberg es noruego y su antecesor, Anders Fogh Rasmussen, danés. La tradición de alternancia geográfica marca que ahora sea el sur el que comande la organización.

Y podemos hablar de un tercer punto que le hace tener más opciones. Sánchez llegaría con el peso de haber sido primer ministro en su país. Esta es una ley que no está escrita en ningún tratado pero que se respeta mucho en cada elección. Un cargo tan importante, de tanto peso político, debe recaer en un ex primer ministro. No es suficiente con haber sido ministro (aunque alguna vez haya ocurrido). En los últimos 15 años, tanto Stoltenberg como Rasmussen habían sido jefes de gobierno en Noruega y en Dinamarca.

Retos y posibles candidatos

El gran reto que tendrá por delante el próximo secretario general será hacer frente a una próxima década mucho más peligrosa, ya que la Alianza vive la mayor amenaza para su seguridad desde la Segunda Guerra Mundial. Los aliados deben mantener su apoyo a Ucrania, reforzar militarmente sus fronteras y no bajar el tono de firme rechazo a las políticas imperialistas de Vladimir Putin.

El papel del secretario general es clave, tiene que saber mediar entre capitales. Saber escuchar a todos y ser capaz de aunar las sensibilidades de países de tradiciones tan distintas como EEUU, Turquía o Montenegro… La unidad de los países aliados es la base de la organización, y el secretario general es la bisagra que debe asegurarla.

Estados Unidos siempre ha marcado el ritmo de esta Alianza, básicamente porque es el estado que más dinero pone y el que más medios militares aporta. Cualquier posible candidato tiene que contar, irremediablemente, con el aval de Washington.

En las quinielas para suceder a Stoltenberg, además de Pedro Sánchez, llevan meses sonando diferentes nombres, aunque ninguno de ellos ha puesto encima de la mesa una candidatura en firme, para evitar quemarse demasiado rápido. Estos son algunos de ellos:

  • Klaus Ihoannis, presidente de Rumanía (su gran baza sería que también viene de un país del sur y además de un estado del flanco este, el que más sufre la presión de Rusia)
  • Ben Wallace, ministro de Defensa del Reino Unido (es el que públicamente más ha mostrado sus deseos de conseguir el puesto)
  • Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos (su opción pierde fuerza, porque él mismo se ha descartado públicamente)

Cada vez hay más voces que piden que, por primera vez en la historia de la Alianza, la OTAN la presida una mujer. Sería un paso adelante y hay varias candidatas que pisan fuerte en la carrera:

  • Maja Kallas, la primera ministra de Estonia (ha mantenido uno de los discursos más duros contra el Kremlin. Viene de uno de los tres países bálticos, que son ex repúblicas soviéticas y, por tanto, los más amenazados por Moscú. Impondría un tono muy duro a la Alianza)
  • Chrystia Freeland, viceprimera ministra de Canadá (suena fuerte, Canadá es uno de los países con más peso en la organización y nunca ha logrado este puesto)
  • Mette Frederiksen, primera ministra de Dinamarca (tiene menos opciones porque sería la tercera vez consecutiva que la OTAN la dirige un país nórdico)
  • Sanna Marin, ex primera ministra de Finlandia (está disponible porque abandonó el gobierno finlandés, pero tiene en contra que Finlandia acaba de entrar en la Alianza hace solo un mes)

La cumbre de julio: cita clave

En principio la elección del sucesor se quería dejar cerrada en la cumbre que la OTAN celebrará el 11 y 12 de julio en Vilna (Lituania), pero fuentes aliadas nos confirman que el proceso está muy abierto y muy verde todavía.

Siguen las consultas entre capitales pero, si no hay avances significativos en el próximo mes, gana fuerza la opción de posponer la decisión hasta más adelante, ya que Stoltenberg tiene mandato hasta otoño. Este escenario beneficiaría a un hipotético candidato Sánchez, porque a finales de julio él ya sabría si continúa o no al frente del gobierno de España.

Pedro Sánchez estará presente en la cumbre de Vilna, a la que seguramente también asistirá Zelenski, y que se presenta decisiva para el futuro rumbo de la organización. Será entonces cuando se vayan despejando algunas dudas. Todavía no sabemos si todas. Veremos si hay opciones de que la OTAN la vuelva a presidir un español. El primero y único que lo ha hecho hasta ahora es Javier Solana, ex ministro de exteriores socialista que dirigió la Alianza entre 1995 y 1999.

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