Protestas en Afganistán por la quema de un Corán

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EN UNA BASE DE EEUU EN AFGANISTÁN

Al menos siete muertos en las protestas afganas por la quema de un Corán

Seis personas perdieron la vida en Shinwari, al norte del país, mientras que también se están produciendo protestas por segundo día consecutivo en Kabul, Jalalabad y Herat.

Al menos siete personas han muerto por disparos de la Policía durante las protestas registradas en varios puntos de Afganistán por la quema ayer del Corán en una base de la OTAN cercana a Kabul, informaron fuentes oficiales.

Los disturbios más graves tuvieron lugar en el norteño distrito de Shinwari, en la provincia Parwan, donde seis personas murieron y catorce resultaron heridas por la acción policial, dijo un portavoz del gobierno de la región, Roshna Khalid

Mientras en Kabul, once personas han resultado heridas, dos de ellas en estado crítico, en las protestas que se registran por segundo día consecutivo.

"Tenemos once heridos en las protestas que han sido trasladados al hospital de Wazir Akbar Khan. Dos de los manifestantes están en situación crítica", dijo el portavoz del Ministerio afgano de Sanidad, Ghulam Sakhir Kargar Noor Ughli. Ughli no quiso precisar la causa de las heridas.

Un portavoz de Interior, Sedim Sediqui, afirmó que las once personas fueron heridas "a pedradas", pero un canal televisivo afgano Tolo informó de que la Policía disparó para intentar controlar a los manifestantes. Según distintas fuentes policiales, algunos manifestantes han cortado una carretera y otros han marchado hacia el Parlamento.

De acuerdo con medios locales, además de en Kabul se registran protestas en las ciudades de Jalalabad, en el este, y Herat, en el oeste del país, por el mismo motivo. Las protestas comenzaron en Kabul y también a las puertas de la base estadounidense de Bagram, cercana a la capital, después de que varios trabajadores del centro denunciaran la quema de varios coranes en el interior de las instalaciones.

Poco después del inicio de las protestas, el jefe de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), John Allen, anunció una investigación y presentó sus disculpas tanto a las autoridades como al pueblo afgano asegurando que no se trató de una acción intencionada. La profanación del Corán es un asunto muy sensible en Afganistán, donde una veintena de personas, entre ellas siete trabajadores de la ONU, murieron en protestas el año pasado a raíz de la quema pública de un ejemplar en una iglesia estadounidense.

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