El Ejército sirio intensificó este lunes su ofensiva en la ciudad de Latakia (noroeste) e irrumpió con vehículos blindados y tanques en Al Haula, una localidad de la provincia de Homs (centro), para detener a los opositores del régimen.
En Latakia, al menos cuatro personas fallecieron en bombardeos y tiroteos en los barrios de Bustan al Samaqa, Ein, Tamra y Bustan al Hmami, informó el Observatorio sirio de Derechos Humanos, que advirtió de que el número de víctimas podría aumentar.
El grupo opositor Comités de Coordinación Local elevó a cinco el número de fallecidos en Latakia e identificó a otros dos en Homs.
El Ejército se prepara para lanzar una operación contra el barrio de Al Raml y ha pedido a sus habitantes que lo abandonen antes de que comience una campaña masiva de detenciones y demolición de viviendas, reconoció el portavoz de los Comités Omar Edelbe.
Además, las tropas entraron en el campo de refugiados palestinos en Al Raml, que ya fue bombardeado en la víspera, utilizando a personas como escudos humanos para disparar a otros civiles.
Posteriormente, el Ejército se dirigió a un complejo deportivo para pedir la identificación a todas las personas que habían huido de Al Raml y se habían refugiado allí, señaló Edelbe.
Tras el bombardeo, que habría matado a diez palestinos y herido a otros 75, uno de los principales líderes palestinos, Yaser Abed Rabo, acusó este lunes a Siria de "crímenes contra la humanidad".
Un portavoz de la agencia de la ONU de auxilio a los refugiados palestinos (UNRWA, según sus siglas en inglés) afirmó que "la mayoría de los 10.000 refugiados del campo de Latakia han huido" y que la organización desconoce su paradero.