La acusada de asesinato Ashleigh Wade

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EN NUEVA YORK | EL BEBÉ ESTÁ BIEN

Una mujer mata a su amiga, embarazada de nueve meses, el día de su boda para robarle el bebé

La mujer que iba a contraer matrimonio pasó por casa de su amiga de la infancia porque pensaba que esta tenía un regalo para ella. Sin embargo, cuando llegó a la vivienda, su amiga le cortó la garganta para que no pudiera gritar y le rajó el abdomen para sacar a su bebé intacto.

Una mujer embarazada ha sido asesinada por un amiga que le abrió la garganta y el estómago para sacar a su hijo nonato, según un tribunal de Nueva York.

Angelikque Sutton estaba de camino a su boda para contraer matrimonio con Patrick Bradley cuando pasó por casa de su amiga de la infancia Ashleigh Wade, quien tenía un plan para asesinarla pero mantener con vida al bebé, según informaron los fiscales.

Sutton, que estaba embarazada de casi nueve meses, pensaba que su amiga Wade tenía un regalo de boda para ella en su casa, situada en el barrio neoyorquino del Bronx. Sin embargo, cuando Sutton llegó a casa de Wade, esta le cortó la garganta para que no pudiera gritar mientras le cortaba la tripa.

El bebé de Sutton sobrevivió al ataque y el próximo mes de noviembre cumplirá dos meses, lo que prueba el cálculo y la precisión del ataque, según indica el medio 'New York Post reports'.

"La acusada le cortó la largine para que Sutton no pudiera decir ni una palabra. Cortó sus principales vasos sanguíneos. Lo que hizo después es casi indescriptible", se ha explicado en el juicio. Una vez que le rajó el abdomen, la mujer le cortó el útero por completo y sacó al bebé, tras lo cual tiró el útero por al suelo.

La acusada tenía ropa de bebés, zapatos, y todo los utensilios que tendría una mujer que está esperando un bebé. Sin embargo ella no tenía ni iba a tener un bebé y por eso necesitaba a Angelikque Sutton.

Fue el novio de Wade quien la encontró cuidando del bebé al lado del cuerpo de la madre. Cuando llegó la Policía y cogieron a la niña para hacerse cargo de ella, la acusada no paraba de gritar "es mi bebé".

La acusada se enfrenta a cadena perpetua si el juez considera que es culpable.

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