La joven paquistaní Malala Yousafzai

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PIDE SEGUIR LUCHANDO POR LAS NIÑAS QUE NO TIENEN EDUCACIÓN

Malala manda un mensaje a favor de la educación de las niñas desde el campamento de refugiados de Dadaab

"Cada año en mi cumpleaños viajo para conocer niñas que intentan ir a la escuela, para estar junto a ellas y asegurarme de que el mundo escucha sus historias", ha dicho la premio Nobel.

La activista paquistaní Malala Yousafzai, la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz, ha visitado el campamento de refugiados de Dadaab, el más grande del mundo, desde donde ha mandado un mensaje a favor de la educación de las niñas.

"Os pido que sigáis luchando por las niñas de todo el mundo a las que se les niega una educación"

"Cada año en mi cumpleaños viajo para conocer niñas que intentan ir a la escuela, para estar junto a ellas y asegurarme de que el mundo escucha sus historias", ha dicho desde el campamento, situado en Kenia. Así, y tras relatar las historias de varias refugiadas somalíes que residen en Dadaab, ha recalcado que el mundo "hace frente a una crisis de refugiados, y cada vez más niñas corren el riesgo de perder la oportunidad de ir a la escuela y quedarse sin un futuro mejor".

"Hoy, en mi 19º cumpleaños, os pido que os unáis a mí y sigáis luchando por las niñas de todo el mundo a las que se les niega una educación", ha apuntado, lanzando la campaña #YesAllGirls.

Las autoridades kenianas comenzaron la semana pasada el proceso de salida voluntaria de refugiados somalíes de Dadaab, después de anunciar que cerraría el lugar en noviembre de este año.

El ministro del Interior keniano, Joseph Nkaissery, recalcó el mes pasado que la decisión de cerrar el campamento no tiene vuelta atrás, argumentando que Dadaab se ha convertido en un centro de operaciones de la milicia islamista somalí Al Shabaab.

El Gobierno keniano ha asegurado que varios de los últimos atentados en el país, como los del centro comercial Westgate y la Universidad de Garissa, fueron planificados en el campamento de refugiados. Somalia, Kenia y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) firmaron un pacto en 2013 para la repatriación voluntaria de refugiados somalíes, algunos de los cuales habían vivido en Dadaab durante décadas. Desde Nairobi alegan que el proceso de implementación de dicha medida ha sido demasiado lento.

ACNUR anunció en enero su intención de repatriar a unas 50.000 personas en 2016, pero debido a las dificultades que está teniendo el Gobierno de Somalia, que aún se encuentra en conflicto con el grupo insurgente Al Shabaab, ha reconocido que puede que no llegue a cumplir objetivo para este año.

El campo de refugiados de Dadaab, que se extiende a lo largo del noreste de Kenia, ha disminuido mucho su número de refugiados, que llegó a alcanzar el medio millón de personas, ya que muchos están volviendo a sus hogares mientras Somalia parece recuperarse lentamente del conflicto.

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