Francia

Macron y Le Pen se dan un baño de masas para conquistar a los indecisos en las presidenciales

Faltan solo dos días para la segunda vuelta de las elecciones a la presidencia de Francia. Los dos candidatos encaran el 'sprint' final para ocupar el Palacio del Elíseo durante los próximos cinco años.

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El actual inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron, confía en las encuestas que amplían la ventaja con respecto a su adversaria en las urnas, Marine Le Pen. Así lo ha demostrado en la localidad francesa de Figeac, destino elegido por el presidente para su último viaje de campaña antes de su cita con las urnas. Curiosamente, en este pequeño pueblo industrial al sur de Francia, Macron ganó en la primera vuelta por delante de Jean-Luc Mélenchon.

Allí ha celebrado un mitin al aire libre y ha recibido los aplausos de los simpatizantes. Sin embargo, no todo han sido 'selfies' y autógrafos, también ha tenido que enfrentarse a un grupo de manifestantes: "Alégrate de vivir en una democracia que les permite discrepar. Con el proyecto de otra candidata sería diferente", les ha espetado el dirigente galo.

En Figeac, el actual presidente también se ha anotado la promesa del voto del alcalde, André Mellinger: "Ante el muro de la intolerancia, la xenofobia que se nos presenta, no hay diferencia entre nosotros, lo que cuenta es el interés de la República. Por lo tanto, con gran placer les traigo mi voto", ha confirmado el regidor.

Macron se distancia de Le Pen

Los últimos sondeos antes de las elecciones presidenciales de Francia otorgan nuevamente la victoria a Macron con el 57,5% de las papeletas, frente al 42,5% que conseguiría la líder de Agrupación Nacional. Precisamente, Le Pen también ha celebrado su propio baño de masas en la otra punta del país, en el norte, donde ha multiplicado sus actos.

Este viernes ha visitado un mercado en Étaples y también se ha dejado hacer fotos con sus seguidores. Allí, Le Pen también ha lanzado un dardo contra su adversario: "Se comporta con una arrogancia sin límites".

Es la última oportunidad que tiene la líder de extrema derecha para conquistar a los indecisos, que según los analistas electorales serían los que decidirían el resultado final en las urnas.

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