El pastor evangélico y antiguo disidente de la extinta RDA Joachim Gauck, de 72 años de edad, fue elegido este domingo undécimo presidente de la República Federal de Alemania con una clara mayoría de votos de la Asamblea Federal.
El teólogo luterano independiente obtuvo 991 sufragios de los 1.232 miembros presentes de la Asamblea Federal, compuesta por la totalidad de los diputados del Bundestag, la cámara baja, y otros tantos representantes de los 16 estados federados. El anuncio de la elección de Gauck por el presidente de la cámara, Norbert Lammert, fue acogido con una gran ovación y aplausos por los asistentes a la elección, entre los que figuraban también personalidades de la cultura, la sociedad y el deporte seleccionadas por los parlamentos regionales.
El pastor evangélico fue felicitado inmediatamente por su única rival relevante en la votación, la "cazanazis" Beate Klarsfeld, candidata presentada por la formación de La Izquierda, que, pese a sus reconocidos méritos personales, carecía de antemano de posibilidad alguna y solo obtuvo 126 votos.
"Que domingo más bonito", fueron las primeras palabras de Gauck en su primera intervención como presidente, en la que recordó que en esta misma fecha en 1990 participó en las primeras y únicas "elecciones libres de dictadores" en la extinta RDA tras la caída del Muro de Berlín. "Con seguridad no cumpliré todas las espectativas, pero puedo prometer que asumo con todas mis fuerzas y todo mi corazón la responsabilidad que se me concede", dijo el nuevo máximo mandatario alemán, quien subrayó que desarrollará sus funciones pensando sobre todo "en el futuro de los niños" que heredarán el país.
Joachim Gauck sucede en el cargo a Christian Wulff, que dimitió hace un mes envuelto en un escándalo de corrupción y amiguismo. Wulff era sucesor de Horst Köhler, igualmente dimisionario en mayo de 2010, aunque en su caso por unas declaraciones en las que justificó las misiones militares alemanas en el extranjero por los intereses económicos del país.
Sobre Gauck pesa ahora la responsabilidad de devolver a la Presidencia de Alemania, un cargo de contenido simbólico y representativo, la autoridad moral perdida, si bien la gran mayoría de los alemanes, según las encuestas, consideran que es la persona adecuada para conseguirlo. El prestigio de Gauck se basa en su rebelión contra el régimen comunista de la antigua RDA desde su púlpito en la germano oriental ciudad de Rostock, pero sobre todo por su labor, tras la caída del Muro de Berlín, como primer responsable de la custodia de los archivos de la Stasi, la otrora todopoderosa policía política que controlaba de manera orweliana a los ciudadanos del este.
La elección de Gauck, de 72 años, supone además que la RFA cuenta por primera vez en su historia con dos dirigentes procedentes de la extinta RDA y de confesión evangélica, ante el mismo origen de la canciller federal, Angela Merkel. Gauck jurará su cargo como nuevo presidente alemán el viernes próximo ante los plenos de las dos cámaras, Bundestag y Bundesrat, en el histórico Reichstag, aunque asumirá sus funciones este mismo lunes.