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acusado de abuso sexual en Estados Unidos

Incidentes provocados por dos activistas de Femen en un homenaje a Roman Polanski en París

Las manifestantes portaron carteles escritos en inglés como "Parad el acoso sexual contra las chicas y las mujeres. Nosotras juntas" y cantaron consignas contra el cineasta, a quien Osez le Feminisme califica de "violador pedocriminal reincidente en fuga".

Varias asociaciones feministas protestaron este lunes frente a la Filmoteca Francesa de París contra la retrospectiva que esta institución dedica al cineasta franco-polaco Roman Polanski, acusado de abuso sexual en Estados Unidos.

Una portavoz de la asociación Osez le Feminisme confirmó que un grupo de mujeres se concentró a las puertas de la Filmoteca para mostrar su repulsa por el homenaje a Polanski en un momento en el que las denuncias de acoso sexual han aflorado en varios países después de que se destapase el caso del productor estadounidense Harvey Weinstein.

A pesar de que asociaciones feministas pidieron la semana pasada que se cancelase esa retrospectiva, la institución siguió adelante y este lunes proyectó el preestreno "D'après une histoire vraie" (2016) en una sesión privada en la que estuvo Polanski.

Las manifestantes portaron carteles escritos en inglés como "Parad el acoso sexual contra las chicas y las mujeres. Nosotras juntas" y cantaron consignas contra el cineasta, a quien Osez le Feminisme califica de "violador pedocriminal reincidente en fuga". "Ha sido una manifestación normal, se ha desarrolla con tranquilidad.

Se la pedido a la Filmoteca una anulación de la retrospectiva. Nos han dicho que estaba Polanski, pero no le hemos visto entrar", detalló la portavoz de Osez le Feminisme. Polanski está acusado en Estados Unidos de haber violado en 1977 a Samantha Geimer, que tenía 13 años en el momento de los hechos y que desde hace años asegura que ha perdonado al director y quiere cerrar el caso, aunque posteriormente han aparecido otras acusaciones de mujeres contra el cineasta.

El ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes de 2002 ya sufrió la ira de las feministas francesas en febrero pasado, cuando sus protestas le llevaron a renunciar a presidir la ceremonia de los César del cine francés, para la que había sido designado por la Academia.

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