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Violencia xenófoba en Alemania

Hungría levanta una alambrada en su frontera para detener la avalancha de refugiados

Decenas de miles de sirios, en su huida desesperada del horror, intentan llegar a Europa por "todos los medios", y uno de ellos es a pie. Más de 9.000 inmigrantes han entrado andando en Serbia en los últimos tres días después de atravesar Grecia y Macedonia. Su siguiente destino es Hungría, un país que levanta una alambrada para prevenir una avalancha de refugiados. Esta tarde en Berlín, Merkel y Hollande, van a dedicar parte de una reunión a buscar una solución.

Miles de refugiados caminan por las carreteras de Serbia. Acaban de llegar a Presevo, un pueblo a tan solo 8 kilómetros de la frontera con Macedonia. Son tantos, que el Gobierno serbio se ha visto obligado a  establecer un centro de acogida. Durante el fin de semana han entrado al país más de 9.000 personas. Unas dos mil o tres mil diarias según el gobierno.

Atrás dejan la estación macedonia de Gevgelija, donde miles de refugiados intentan coger uno de los 5 trenes diarios que salen de la ciudad. Muchos de estos pasajeros atravesarán cinco países para llegar a Hungría, miembro del área de libre circulación europea. Pero allí les espera una alambrada.

Hungría se blinda y Alemania ve como cobran fuerza los grupos xenófobos. Hoy un incendio ha destruido un futuro hogar para refugiados en el suroeste del país. Este fin de semana al menos 31 policías han resultado heridos al enfrentarse a unos 600 manifestantes, que protestaban contra la llegada masiva de extranjeros.

La crisis ha obligado a Alemania a recurrir al ejército. Esta tarde la canciller Angela Merkel se reunirá con el presidente francés, para intentar una solución a la presión migratoria en Europa.

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