Pensión

Un hombre cambia su nombre y su dirección cada año para evitar pagar la manutención a sus hijos

El objetivo del individuo era desaparecer de las administraciones para no pagar la pensión alimenticia a sus hijos.

Imagen de unos billetes

Imagen de unos billetes Pexels

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Las autoridades de la ciudad rusa de Tyumen han sacado a la luz un caso único de evasión de responsabilidades parentales: un hombre decidió cambiar su nombre completo y su lugar de residencia cada año para intentar evitar el pago de la pensión alimenticia. El encargado de revelar este caso fue el jefe del servicio de aguaciles, Roman Korenev, que se lo contó a un medio de comunicación local.

Según explicó el funcionario, el hombre llevaba a cabo un proceso completo de reinvención anual, ya que se modificaba el nombre, los apellidos y su dirección. Cuando pasaban doce meses, volvía a su identidad original con el objetivo de repetir el ciclo. La finalidad de este proceso era confundir a los agentes judiciales y desaparecer, de forma temporal, del radar administrativo.

Pese a su ingenio, la estrategia no funcionó porque cada cambio de identidad queda registrado y el propio registro civil notifica estas modificaciones a los aguaciles, de modo que la pista del individuo nunca se perdió del todo. El jefe del servicio de aguaciles subrayó que quienes intentan llevar a cabo este tipo de maniobras suelen desconocer que el sistema está preparado para rastrear estas variaciones.

Aunque esta estrategia no ha salido bien para el hombre que cambiaba su identidad, ha servido para que las autoridades locales recuerden que los deudores suelen recurrir a artimañas cada vez más raras con la esperanza de esquivar sus responsabilidades. De hecho, tal y como han detallado los alguaciles de Tyumen, este tipo de trucos es muy habitual.

Uno de los ejemplos citados por el propio servicio judicial es el de un moroso que dijo padecer agorafobia para impedir que los agentes entrasen en su vivienda. Sin embargo, su excusa se vino abajo en el momento en el que descubrieron que no solo vivía con normalidad, sino que además era propietario de dos apartamentos.

Al parecer, uno de esos inmuebles estaba en proceso de ejecución hipotecaria, lo que puso aún más en entredicho la veracidad del argumento. Para los alguaciles, este es otro caso más que evidencia hasta qué punto algunos residentes están dispuestos a inventar cualquier historia antes que afrontar sus deudas.

En Tyumen estos episodios se han vuelto casi rutinarios, pero difícilmente dejan de sorprender. Asimismo, las autoridades insisten en que, a pesar de los intentos más creativos, las herramientas legales y administrativas actuales permiten rastrear a los deudores y garantizar que las obligaciones familiares no queden impunes.

Un hombre finge su muerte para no pagar la manutención de sus hijos en Kentucky

Este caso no es el único. Un individuo de Kentucky, Estados Unidos, fingió su propia muerte con el objetivo de pagar la manutención de sus hijos. Se trata de Jesse Kipf y, por estos hechos, puede acabar en prisión por fraude al no pagar a su expareja 93.000 euros.

El hombre ha reconocido sus crímenes y ha compartido cómo se las averiguó para no pagar la manutención. Además, intentó que nadie le buscara haciendo creer a la jurisprudencia que había fallecido. Para que pensasen que había fallecido creó un expediente donde certificaba su fallecimiento después de haberle robado a un médico los datos del registro de defunciones de Hawái.

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