Violencia sexual
Gisèle Pelicot vuelve a los tribunales tras la apelación del único de los 51 condenados que recurrió su sentencia
La víctima del mayor caso de violación grupal de la historia de Francia volverá a declarar en Nimes, en la apelación del único condenado que recurrió su sentencia.

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Gisèle Pelicot, de 72 años, vuelve este lunes a los tribunales. Será en Nimes, donde se celebrará la apelación de Husamettin Dogan, el único de los 51 condenados por violar a Gisèle que ha decidido impugnar su sentencia. En diciembre del año pasado, Dogan, de 44 años y padre de un hijo, fue condenado a nueve años de prisión por violación con agravantes, aunque se encuentra en libertad por motivos de salud mientras se resuelve su recurso.
Se trata de uno de los casos más devastadores y mediáticos de los últimos tiempos en Francia. En el juicio, se demostró que Dominique Pelicot, drogó a su esposa, Gisèle Pelicot, durante más de una década, y permitió que decenas de hombres la violaran mientras permanecía inconsciente. Él, mientras tanto, grababa los abusos y los clasificaba meticulosamente en un disco duro, lo que ayudó a identificar a la mayoría de los agresores.
El regreso a los tribunales
Gisèle Pelicot acudirá al juicio en calidad de testigo, aunque, según sus abogados, no está obligada a hacerlo. "Todos lo habrían entendido si no hubiera venido, porque, bueno, está intentando retomar una vida normal", dijo su abogado Stéphane Babonneau. "Pero siente que necesita estar presente y tiene la responsabilidad de estar presente hasta el final del proceso".
El juicio de apelación, que durará cuatro días, volverá a mostrar los vídeos grabados por su marido. Dogan sostiene que no sabía que Gisèle estaba inconsciente, pero, según la investigación, Dominique Pelicot dejaba claro a sus agresores que su esposa estaba sedada. En su declaración ante el tribunal el año pasado, Dogan admitió haberle dicho a Pelicot que su esposa "parecía muerta". Aun así, rechazó con vehemencia las acusaciones que se le imputaban. "No acepto que me etiqueten de violador", protestó. "Es una carga demasiado pesada para mí".
Un caso para la historia de Francia
En el primer juicio, 46 hombres fueron condenados por violación, dos por intento y otros dos por agresión sexual. Dominique Pelicot recibió 20 años de cárcel, la pena máxima. La historia de Gisèle provocó un gran impacto social: su valentía a mostrar su cara y renunciar al anonimato y permitir que se difundieran las pruebas en el tribunal la convirtieron en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual.
Desde entonces, ha sido reconocida con la Legión de Honor francesa, recibiendo una carta de la propia reina Camila, y nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time.
Una familia rota
El caso también destrozó a su familia. Durante el primer juicio, Gisèle contó con el apoyo de sus tres hijos (Caroline, David y Florian). Hoy, solo el menor se mantiene a su lado. Su hija Caroline se distanciótras descubrir que su madre evitó hablar sobre las imágenes que mostraban a Caroline semidesnuda, que encontraron en el ordenador de su padre. Desde entonces, sostiene que también fue víctima de abuso y presentó una denuncia contra Dominique Pelicot. "Su silencio lo decía todo. Marcó un punto de no retorno", escribió Caroline, que asegura no mantener ya contacto con su madre.
De símbolo a figura pública involuntaria
Tras el juicio, Gisèle está intentando recuperar su anonimato y se refugió en la Isla de Ré, donde fue fotografiada por los paparazzi junto a su nueva pareja. Su abogado denunció la publicación de esas imágenes por violar su derecho a la privacidad. "Es una víctima que se ha convertido en figura pública a pesar suyo", señalaba su representante legal.
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