Foto de familia del G-20 en Seúl

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SIN DECISIONES CONCRETAS

El G-20 se compromete a evitar la "guerra de divisas"

La cumbre de Seúl termina sin resultados y avanza un plan que se dará a conocer a mitad de 2011.

Los países del G-20 se han comprometido a evitar la "devaluación competitiva de las divisas" tras la cumbre de dos días celebrada en Seúl, en la que también han acordado mejorar los procesos de evaluación de sus políticas para evitar los desequilibrios externos, aunque no será hasta la primera mitad de 2011 cuando se conozcan las medidas destinadas a este fin. 

En un comunicado conjunto, los líderes del G-20 avanzan los contenidos del denominado Plan de Acción de Seúl, en el que se considera que es necesario poner en marcha políticas macroeconómicas, incluida la consolidación fiscal donde sea necesario, para asegurar la recuperación en curso y el crecimiento sostenible y mejorar la estabilidad de los mercados financieros.

En concreto, señala la necesidad de avanzar hacia sistemas de tipos de cambio más determinados por los mercados, "mejorando la flexibilidad de la tasa de cambio, para que refleje los fundamentos económicos subyacentes, y evitando la devaluación competitiva de las divisas". 

En este sentido, subraya que las economías avanzadas, incluidas aquellas con reservas de divisas, deben estar "vigilantes para evitar una excesiva volatilidad y movimientos desordenados en el tipo de cambio". "Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de una excesiva volatilidad en los flujos de capital a la que se enfrentan los países emergentes", añade. 

Asimismo, los líderes han acordado mejorar el denominado Proceso de Evaluación Mutua, para lo que fortalecerán la cooperación multilateral con el objetivo de promover la sostenibilidad externa y poner en marcha un conjunto de políticas que permitan reducir los desequilibrios excesivos y mantener los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles. 

A este respecto, el comunicado explica que los grandes desequilibrios permanentes requieren un evaluación de su naturaleza y de sus causas, aunque reconoce la necesidad de tener en cuenta las circunstancias nacionales o regionales. 

"GUIAS INDICATIVAS"

Para ello, el G-20 establecerá una serie de "guías indicativas", compuestas por una serie de indicadores que servirán como mecanismo para facilitar la identificación a tiempo de los grandes desequilibrios que requieran medidas "preventivas y correctivas". 

Los países del G-20 contarán con el apoyo técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otras organizaciones internacional para la elaboración de estas "guías indicativas", que serán estudiadas por los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales en la primera mitad de 2011. "En vista de todo esto, la primera evaluación, basada en estos guías indicativas, se iniciará y se efectuará a su debido tiempo durante la presidencia francesa", agregan.

Por otro lado, el Plan de Acción de Seúl también insta a implementar un rango de reformas estructurales que impulsen y sostengan la demanda global, fomente la creación de empleo e incrementen el potencial para el crecimiento económico.

Asimismo, los países asumen el nuevo marco de regulación financiera establecido por el acuerdo 'Basilea III', que incluye nuevos requisitos de capital y liquidez para las entidades financieras, ya que ayudará a crear un sistema financiero más resistente, que frene los excesos del pasado y sirva mejor a las necesidades de las economías. 

El documento también da su visto bueno al acuerdo para reformar el Fondo Monetario Internacional para que refleje mejor los cambios en la economía mundial y de más presencia a los países emergentes. En su opinión, con esta modificación se mejorará la legitimidad, la credibilidad y la eficacia del FMI.

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