Volcán Islandia

Las espectaculares imágenes de la nueva erupción volcánica en Islandia, la segunda de ese volcán en un año

El volcán Fagradalsfjall en Islandia ha vuelto a activarse tras poco más de un año, aunque es una erupción de baja intensidad.

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Una erupción volcánica es un fenómeno que puede ser tan espectacular como devastador, como el que se dio en la isla de La Palma. Este miércoles, un volcán en Islandia ha entrado en erupción, escupiendo ríos de magma, a escasa distancia del principal aeropuerto del país, aunque, de momento, ningún vuelo se ha visto afectado.

El magma ha comenzado a emanar del volcán Fagradalsfjall a las 13:18 horas (hora local) y, como sucediese con el de Cumbre Vieja, está siendo televisado en directo a través de los canales públicos de televisión.

Una lengua de magma de 200 metros

En las imágenes que se han grabado desde el aire, se puede observar una lengua de magma de alrededor de 200 metros. Sin embargo, se trata de una erupción de baja magnitud, y las columnas de magma no llegan a sobrepasar los 50 metros de alto.

Por otro lado, el gobierno islandés ha mandado un helicóptero, junto a un grupo de investigadores, para evaluar la situación, a la vez que ha solicitado a la población que no se aproximen al lugar de la erupción.

Uno de los peligros de la ubicación del Fagradalsfjall, situado a algo más de 30 kilómetros de la capital, Reikiavik, es su cercanía al principal aeropuerto de Islandia. Aun así, de momento, el tráfico aéreo no se ha visto afectado y no se ha cancelado ni retrasado ningún vuelo.

No han tenido la misma suerte las carreteras de la zona, que han sido cortadas, a excepción de las de Reykjanesbraut y Suðurstrandarveg, ante la posibilidad de que la erupción afecte a las vías de tráfico.

Segunda erupción en un año

No es la primera vez que este volcán entra en erupción. Es más, se trata de la segunda explosión en menos de un año. La última de ellas llegó a durar un total de seis meses, aunque no hubo que lamentar daños significativos. De la misma manera, los primeros indicios apuntan a que los contaminantes liberados por el Fagradalsfjall serán muy parecidos a los del año pasado.

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