Se llama Luis Fernando Camacho, tiene 40 años, estudio derecho tributario en la Universidad de Barcelona, es rico, ultracatólico y quiere ser el próximo presidente de Bolivia. Cree que todos los bolivianos quieren "tener un presidente constitucional, que la Biblia regrese a palacio, pero sobre todo que regrese la paz al país".
En imágenes a las que ha tenido acceso a Antena 3 Noticias se le ve rodeado de guardaespaldas en una larga comitiva de vehículos recibida entre gritos de emoción de sus seguidores como si fuera una estrella de rock. Es líder del Comité Cívico de Santa Cruz, y ha dado por terminado el paro indefinido tras más de 20 días y después de que la senadora opositora Jeanine Añez asumiera la Presidencia del país tras la renuncia de Evo Morales.
"Hoy llevamos 21 días de par cívico, dijo, y añadió "los bolivianos vamos a tener la oportunidad de tener un proceso electoral limpio" y dio por terminada la protesta en la rica región de Santa Cruz". Camacho la definió como "la protesta pacífica más grande de la historia del país" y ha destacado que el informe de la Organización de Estados Americanos confirma "irregularidades" en las elecciones celebradas el pasado 20 de octubre en el país". El líder cívico ha asegurado además que ha pedido a la recientemente declarada presidenta "amnistía para los presos políticos".
Los resultados oficiales dieron la victoria a Morales, pero el opositor Carlos Mesa denunció un "fraude gigantesco" del Gobierno para garantizar un cuarto mandato al líder indígena. Unos y otros movilizaron a sus simpatizantes y el pulso terminó con cuatro muertos y cientos de detenidos en enfrentamientos y saqueos.
En este contexto, Morales accedió a que la OEA hiciera una auditoría electoral que confirmó irregularidades y aceptó celebrar nuevas elecciones. El Ejército aún así reclamó su salida del Palacio Quemado. Morales renunció y salió del país rumbo a México donde ha recibido asilo político ante lo que Morales califica de "golpe de Estado".
