Donald Trump, un espectáculo desatado en sus mítines electorales

La salida al escenario es lo más discreto de los mítines de campaña electoral del candidato multimillonario. Siempre rodeado de multitudes en teatros o polideportivos. En algunas ocasiones empieza imitando a Hillary Clinton, la que podría ser su gran rival demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca.

Con decenas de cámaras apuntándole, Trump no duda en lanzar ataques indiscriminados contra sus adversarios por la nominación republicana. “Marco Rubio suda como un perro”, llega a decir ante la chirigota general. En esos prolegómenos medio en broma medio en serio, sus dobles entre la audiencia hacen las delicias del público.

Además del espectáculo en sí, Trump ironiza sobre el cambio climático o asegura que Estados Unidos no se hace respetar en el mundo, unos mensajes que calan en sus seguidores. Y el climax llega cuando Trump asegura que ganarán en todo, “mejores carreteras, mejores aeropuertos, mejores hospitales y vamos a pagar menos por ello”, dice.

Trump encabeza claramente todas las encuestas para ser el candidato republicano a suceder a Obama, y sus incondicionales en sus mítines de New Hampshire no albergan la mínima duda.