Publicidad

EL GOBIERNO LAMENTA LO OCURRIDO

Decenas de heridos y al menos 11 detenidos en las protestas en Hong Kong

Efectivos antidisturbios utilizaron gas lacrimógeno, granadas de esponja y balas de goma para dispersar a los manifestantes, que salieron a las calles de Hong Kong pese a que las protestas habían sido prohibidas.

Al menos 23 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, y otras 11 fueron detenidas durante la manifestación de este sábado en Hong Kong, que salió adelante a pesar de haber sido prohibida por las autoridades. El recuento de heridos ofrecido por medios locales cubre hasta las 01.00 hora local (17.00 GMT de ayer), y la Autoridad Hospitalaria de Hong Kong no ha publicado información al respecto.

En los enfrentamientos con grupos de manifestantes, efectivos antidisturbios utilizaron gas lacrimógeno, granadas de esponja de 40 milímetros -munición no letal para control de masas- y balas de goma. En un comunicado emitido en la madrugada, la Policía considera que usaron la "fuerza apropiada", mientras que la ONG Amnistía Internacional culpa a las fuerzas de la ley de "inflamar la tensión de la situación en vez de reducirla".

El director de la organización en Hong Kong, Man-kei Tam, añade que "si bien la Policía debe poder defenderse, se vieron repetidamente ocasiones en las que los agentes eran los agresores, golpeando a manifestantes que se retiraban, atacando a civiles en la estación de metro y tomándola con periodistas".

Los once detenidos son hombres de entre 18 y 68 años, acusados de delitos como manifestación ilegal, posesión de armas ofensivas, ataque a agentes y agresión. De acuerdo con las leyes hongkonesas, participar en una manifestación ilegal puede conllevar penas de entre tres y cinco años de prisión y una multa de 5.000 dólares de Hong Kong (574 euros).

Decenas de miles de personas -uno de los organizadores sitúa la cifra en 288.000- se congregaron a lo largo de la tarde en el distrito periférico de Yuen Long, donde el pasado día 21 resultaron heridas 45 personas tras un ataque llevado a cabo por supuestos miembros de las tríadas (mafias chinas) con cañas de bambú y barras metálicas en la estación de metro del barrio. Aparte de las reclamaciones habituales en estas protestas, los ciudadanos quisieron expresar su malestar por la escasa asistencia policial durante aquel evento; en la jornada de ayer, el número de efectivos desplegados superó los 3.000, incluyendo agentes antidisturbios.

La reacción oficial del Gobierno, publicada esta madrugada, expresa "profunda decepción" y afirma que "tras la marcha, algunos manifestantes radicales cargaron violentamente contra los cordones policiales, vandalizaron un vehículo policial y cortaron carreteras".

Publicidad