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CON FESTEJOS EN EL PAÍS

El rey Vajiralongkorn es coronado en medio de la incertidumbre económica que vive Tailandia

En una ceremonia que costará unos 28 millones de euros y que durará varios días, el rey Maha Vajiralongkorn ha sido coronado poniendo fin a los tres años que acumulaba Tailandia sin un monarca.

Tailandia ha celebrado este sábado la primera coronación en sus últimos 70 años de historia: la del monarca Maha Vajiralongkorn, un evento cuyos festejos durarán todo el fin de semana y pondrán fin a un vacío de casi tres años sin rey coronado, desde la muerte del anterior regente y padre del protagonista de esta ocasión, Bhumibol Adulyadej, en octubre de 2016.

"Perseveraré y reinaré por siempre con justicia en beneficio del pueblo", dijo el rey con su primer mandato real, similar al juramento que su difunto padre, dio hace casi siete décadas.

Vajiralongkorn, de 66 años, es también conocido como Rama X, décimo monarca de la dinastía real Chakri, único sucesor varón a una corona que ha eludido durante este tiempo, según sus palabras, "en gesto de duelo" hacia la memoria de su padre.

El palanquín con las Placas Reales Doradas -que llevan el nombre completo y el horóscopo del Rey, y el Sello Real del Estado-, ha sido trasladado este viernes a la Sala del Trono de Baisal Daksin, el lugar donde tendrá lugar la ceremonia.

En esta procesión han participado 113 representantes de cinco agencias gubernamentales, acompañados por los sonidos de tambores dorados y plateados, cuernos y caracolas, según explica el diario 'The Nation'.

Bajo el silencio

La ausencia de poder real de la figura del rey, la privacidad de su entorno y las duras leyes de lesa majestad del país, que imponen a la población el silencio absoluto y la ausencia de crítica hacia la familia real bajo riesgo de duras penas de prisión, le convirtieron en una figura difícil de definir durante los primeros meses de su reinado hasta que la crisis de 2017 le terminó de posicionar como, según sus críticos, un simple títere del todopoderoso Ejército nacional.

En abril de ese año, el rey estampó su firma en una nueva Constitución que fortalecía todavía más el dominio de la Junta Militar que gobernaba por entonces el país. Desde entonces, sus puntuales apariciones siempre han ido destinadas a expresar su rotundo apoyo al Ejército.

La última de ellas tuvo lugar el pasado mes de marzo, tras las polémicas elecciones en las que el partido de líder opositor y ex primer ministro Thaksin Shinawatra, Puea Thai, ha conseguido el mayor número de escaños frente al partido de los militares, el Phalang Pracharat, del general Prayuth Chan Ocha.

El rey solo apareció para defender la labor de los militares frente a "los malos que buscan provocar el caos" y para despojar a Thaksin de todas sus condecoraciones en represalia por el caso de corrupción por el que fue condenado en 2008, una decisión destinada a minar la imagen pública del ex jefe del Ejecutivo, depuesto en un golpe de Estado en 2006. Los resultados de los comicios, todavía bajo disputa, no se sabrán hasta el 9 de mayo, en plena resaca de la coronación.

Dos días de fastos

La ceremonia costará aproximadamente 31 millones de dólares y se espera que cientos de miles de personas salgan de sus hogares para flanquear los siete kilómetros de procesión real.

El amarillo, el color de la realeza, será predominante entre los asistentes tanto al paso de la comitiva real como al Gran Palacio de Bangkok, lugar donde culminarán unas ceremonias que combinarán ritos budistas con hindúes, dada la creencia de que los monarcas tailandeses son la reencarnación de Visnú, el dios de la protección.

El monarca recibirá por fin su corona -una pieza de siete kilos de oro con diamantes- este sábado, pero este gesto no es el punto culminante de la ceremonia. El gran momento ha sido el de la purificación. Vajiralongkorn ha sido 'bautizado' con agua de cinco ríos y cuatro estanques del país, entre una fanfarria de tambores y trompetas, antes de sentarse en un trono octogonal donde su cabeza volverá a recibir agua sagrada, esta vez de cien manantiales del país y sus manos sujetarán por fin la sombrilla blanca, el símbolo de un rey consagrado.

En los próximos días, el monarca saludará a su pueblo en un desfile que terminará en el palacio real, donde el monarca acabará la ceremonia acompañado de otra de las grandes protagonistas de esta semana: su nueva esposa, la cuarta y antigua guardaespaldas, la general Suthida Vajiralongkorn Na Ayutthaya, cuyo nombre fue anunciado el pasado miércoles, para poner fin a meses de rumores.

Estas son las principales claves de esta coronación, que se celebra más de dos años después de su proclamación como monarca.

El coste de la coronación: La Oficina del Presupuesto del Gobierno cifró en 1.000 millones de bat (unos 31 millones de dólares o 27,9 millones de euros) el gasto de los rituales y los fastos de la coronación del soberano, que reina con el título de Rama X de la dinastía de los Chakri.

Tres días de celebración: La coronación y los rituales de purificación tuvieron lugar hoy en el Gran Palacio Real, con una afluencia de miles de personas en las calles adyacentes donde se instalaron pantallas gigantes para seguir la ceremonia. El domingo, el monarca presidirá una procesión subido a un palanquín que recorrerá unos siete kilómetros en torno al Gran Palacio Real, realizando varias paradas en templos como Ratchabopidh y Bowonniwet. El lunes terminan los actos con una audiencia del rey, que saludará a sus súbditos desde un balcón del Gran Palacio Real y luego se reunirá con miembros del cuerpo diplomático. -

¿Por qué se celebra en el tercer año de su reinado? No hay ninguna razón especial, ellos deciden cuándo. Vajiralongkorn fue proclamado monarca en diciembre de 2016, tras pasar tres meses de luto por la muerte de su padre, el venerado Bhumibol Adulyadej, el 13 de octubre de ese año. Tradicionalmente, la proclamación y la coronación de los reyes tailandeses no coinciden. Bhumibol fue declarado rey en 1946 y coronado cuatro años más tarde.

La ausencia de jefes de Estado o Gobierno extranjeros en la coronación: Las ceremonias de coronación se están celebrando sin la presencia de mandatarios o representantes de las casas reales de otros países, aunque sí asisten diplomáticos. El Ministerio de Asuntos Exteriores informó en un comunicado: "Ya que miembros del cuerpo diplomático acudirán a la ceremonia de coronación como representantes de sus países y Tailandia no desea causar molestias a los dignatarios extranjeros, no se han enviado invitaciones ni organizado su asistencia".

El legado del monarca Bhumibol Adulyadej: El padre de Vajiralongkorn, que reinó durante siete décadas, era considerado el padre de la nación y un guía para la mayoría de los tailandeses, que lo veneraban con un fervor casi religioso. Vajiralongkorn no ha heredado el carisma de su progenitor, aunque ha proseguido con algunas de sus actividades solidarias como los proyectos de cooperación en zonas rurales y hospitales. En muchas fotos y vídeos conmemorativos el monarca aparece junto con su padre.

La boda sorpresa: Casado y divorciado en tres ocasiones, Vajiralongkorn, de 66 años, contrajo nupcias por sorpresa el pasado miércoles con su cuarta mujer, Suthida Vajiralongkorn na Ayutthaya, a la que también nombró reina. Una antigua azafata de vuelo de 40 años, la reina Suthida fue nombrada en 2016 general del Ejército y al año siguiente subcomandante del servicio de seguridad del monarca. Como el rey, la monarca también está protegida por la ley de lesa majestad, que castiga con entre 3 y 15 años de cárcel a quien critique a la familia real.

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