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PROVOCA RECELO ENTRE LOS EXPERTOS

Una empresa de Estocolmo implanta un chip a sus trabajadores que sirve como código de acceso pero que también almacena información

Mediante este chip, que se implanta bajo la piel, los trabajadores pueden comprar un vuelo, entrar en la empresa o pedir una bebida. Sin embargo, este mecanismo también sirve para obtener información sobre la salud, los hábitos y el trabajo, dado que se pueden registrar los descansos que se hacen durante la jornada laboral o las veces que un empleado va al baño.

Epicenter, una empresa de Estocolmo, ha implantado chips a sus trabajadores con el objetivo de identificarles, aunque este mecanismo ofrece más facilidades como utilizar la fotocopiadora o dejar atrás los códigos de acceso y tarjetas identificadoras.

Sin embargo, pese al avance, también ha surgido la polémica porque hay quien lo acoge con entusiasmo y quien teme por su privacidad.

Este avance comenzó hace un par de años como un mecanismo de seguridad para abrir puertas, pero hoy se puede comprar un vuelo, entrar en un gimnasio o pedir una bebida con un solo gesto.

La iniciativa se ha hecho tan popular que la compañía organiza fiestas donde los trabajadores que lo deseen pueden implantárselo más o menos como si de un 'piercing' se tratara.

Aunque la confidencialidad es lo que provoca recelo entre los expertos, que aseguran que el chip implantado en el cuerpo puede obtener información sobre la salud, los hábitos y el trabajo dado que se puede registrar cuántos descansos haces durante tu turno laboral o las veces que vas al baño. Lo que preocupa es saber en manos de quién caen estos datos y para qué se usa toda esta información.

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