El edificio Ariel West es de lo mejor que se ha levantado últimamente en Nueva York. Tiene cine propio, piscina y unas vistas estupendas. Por una de sus habitaciones se pagan millones de dólares. Aunque lo que no pueden hacer sus inquilinos es fumar.
La comunidad de este edificio ha aprobado la prohibición de fumar incluso en el interior de la propia vivienda.
"No creo que sea demasiado, es bueno para las familias", explica un vecino.
"Es que cuando se fuma el humo se cuela en los pisos por debajo de puertas y ventanas", asegura una propietaria.
"Son las reglas que hemos votado. Es lo que pasa cuando se compra un piso en una comunidad de vecinos", dice otra vecina.
En Nueva York nadie había ido tan lejos, aunque tampoco se puede fumar en restaurantes, ni en edificios públicos o de trabajo, ni en entradas de edificios.
Desde esta semana ya no se puede fumar ni en parques ni en playas. "Lo asumes. No se puede fumar en la mayoría de los sitios, y así es", asegura una neoyorquina a Antena 3.
"Cuando se pide a alguien que por favor no fume, la mayoría de fumadores se aparta y dice ok, está bien", cuenta una joven.
La multa por fumar en parques o playas es de 50 dólares y, por fumar en el interior del Ariel West, 150 dólares.