El fiscal fallecido Nisman

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VAN A IDENTIFICAR A QUIEN CORRESPONDE

El ADN hallado en el domicilio no corresponde con el del fiscal Nisman

La Justicia de Argentina confirma que el ADN que se encontró en la casa de Alberto Nisman es de otra persona y no del fiscal. La jueza a cargo del caso ha ordenado analizar con quien se corresponde verdaderamente.

La Justicia argentina ha informado de que el ADN hallado en casa de Alberto Nisman es de una persona distinta al fallecido fiscal y ha ordenado analizarlo para identificar a quién corresponde.

"En el departamento 2 del piso 13 de la Torre Boulevard, del Complejo 'Le Parc' (...) se obtuvo una muestra correspondiente a un perfil genético distinto al del referido Nisman, ignorándose aún a quien corresponde", explicó la jueza Fabiana Palmaghini, en una resolución publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ).

Palmaghini, a cargo de la causa por la muerte del fiscal, ordenó realizar un cotejo de la muestra genética encontrada con la de una persona cuya identidad no se ha revelado.

En la resolución, la jueza invitó a que esa persona "se presente ante el Cuerpo Médico Forense, para que se obtenga a su respecto una muestra de su perfil genético -del modo menos lesivo y sin afectar su pudor ni su integridad física- para cumplir posteriormente con su cotejo".

Esta es la primera ocasión en la que las pericias muestran rastros de otros perfiles genéticos en el lugar de la muerte después de que un primer análisis realizado a la ropa del fiscal y en la pistola que le causó la muerte solo encontrase ADN de Nisman.

El fiscal, encargado de la causa sobre el atentado contra la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994, murió el pasado 18 de enero en su domicilio de Buenos Aires, cuatro días después de haber presentado una denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por presunto encubrimiento de supuestos terroristas iraníes.

Las circunstancias de la muerte de Nisman aún no se han aclarado y la investigación señala que murió de un disparo en la cabeza realizado a no más de un centímetro de distancia con un arma que se encontró junto a su cadáver.

Hasta el momento, el único imputado en el caso es Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba con el fiscal y que le entregó el arma que acabó con su vida.

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