Ejército
Volar en el helicóptero militar Chinook y subir a un vehículo blindado de combate
Un equipo de Antena 3 Noticias conoce de cerca cómo se prepara el Ejército de Tierra en la simulación de un conflicto bélico.
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El Ejército de Tierra nos ha citado a varios periodistas a primera hora de la mañana en el aeropuerto de Sabadell. Al llegar vemos un imponente helicóptero. Se trata del Chinook Delta, es el modelo más potente de las fuerzas armadas españolas. Vamos a subir en él para dirigirnos a la base militar de Sant Climent Sescebes en Girona. Una vez allí, conoceremos algunos de los ejercicios que realizan en él y lo haremos en una simulación de conflicto bélico.
Antes de partir hablamos con el comandante y piloto Rubén Sastre Berrocal. Nos cuenta que el Chinook, con una capacidad para 30 pasajeros, puede alcanzar los 300 kilómetros por hora y destaca, sobre todo, por su capacidad de carga. "Puede levantar unos 9.000 kilos de carga, que es, aproximadamente, el peso de otro helicóptero como este".
Además, explica que está preparado para "infinidades de misiones, vale tanto para cargas externas como internas, lanzamientos, paracaidistas, lanzamiento de embarcaciones al agua, de buceadores" y para hacerlo en condiciones extremas, tanto de frío como de calor.
Sobrevolamos la costa y llegamos a Girona. Allí nos explican en qué va consistir el ejercicio táctico. Tras colocarnos el casco y el chaleco antibalas, empezamos la misión.
Un equipo de Antena 3 Noticias acompaña a la tercera Compañía Lince, liderada por el teniente Carlos Semillas. Nos subimos a un Pizarro, un vehículo acorazado de fabricación española. Durante el operativo hacemos un alto en el camino. El teniente nos explica qué está sucediendo: "Inteligencia nos ha marcado que a unos 100 metros de nuestra posición hay un posible punto caliente, puede ser un explosivo, una mina, así que cada uno de los vehículos se asegura asimismo desplegando el personal que tiene en su interior y realizando una seguridad inmediata", relata el teniente Semillas.
El camino es pedregoso, la zona es escarpada y, en todo momento, estamos rodeados por una nube de polvo. Aún así, durante el simulacro nos permiten colocarnos en las partes exteriores del vehículo y poder observar todo lo que sucede.
Este es tan sólo uno de los múltiples ejercicios que realizan, pero en esta base también se practica el tiro de precisión, popularmente conocido como francotiradores. Nos lo muestra José Ángel Muñoz, cabo de infantería ligera del Ejército de Tierra y tirador de precisión del regimiento Arapiles: "Al final el soldado es una persona muy completa con formación en todos los campos, al final para el tiro de precisión se necesita paciencia".
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Unas maniobras que todos ellos pueden poner en práctica después en misiones reales.
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