La Comisión Europea ha sugerido que si Cataluña se independiza y sale de la UE podría usar el euro como moneda pero no participaría en las instituciones -como el Eurogrupo, el Banco Central Europeo (BCE) o el fondo de rescate (MEDE)- y por tanto no tendría ningún poder de decisión, tal y como ocurre en la actualidad con Mónaco, Vaticano, San Marino, Andorra, Kosovo y Montenegro.
"El acceso a la eurozona es posible para los Estados miembros de la UE que respeten los criterios del Tratado", ha explicado el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, al ser preguntado por las declaraciones del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en las que señalaba que una Cataluña soberana seguirá en el euro.
"Cualquier expansión de la eurozona exige la unanimidad entre los Estados miembros", ha resaltado el portavoz.
En la actualidad, existen dos tipos de países que usan el euro sin formar parte de la UE. En el primer grupo se encuentran Mónaco, Vaticano, San Marino y Andorra. "Estos territorios tienen un acuerdo monetario con la UE. No forman parte de la eurozona, pero tienen derecho a adoptar el euro como moneda oficial y acuñar monedas de curso legal en la eurozona", ha explicado O'Connor.
A cambio, ha proseguido el portavoz, están obligados a adoptar la legislación monetaria y financiera de la UE y "no participan en ningún órgano de decisión de la eurozona, ni siquiera como observadores".
El segundo grupo incluye a Kosovo y Montenegro, que "tomaron la decisión unilateral de adoptar el euro cuando se introdujo en 2002 y que previamente usaban el marco alemán". Estos territorios "usan 'de facto' la moneda única pero no son parte de la eurozona, lo que significa que tienen que comprar los billetes y monedas a través de bancos comerciales" y "tampoco tienen representación en el BCE, el Eurogrupo o el (MEDE)".
En todo caso, la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, ha evitado comentar las declaraciones de Mas y ha dicho que no es su papel "especular o mezclarse en cuestiones de organización interna de nuestros Estados miembros". "Eso también se aplica a escenarios sobre un posible futuro uso del euro por cualquier territorio", ha apuntado.