La célula yihadista desarticulada en Cataluña pretendía secuestrar a una persona en España, ponerle un mono naranja, hacerle una entrevista y degollarle mientras lo grababan al estilo del Estado Islámico (EI), diciendo que lo mismo que se hace en Iraq o Siria se puede hacer en Occidente.
Según han informado hoy fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, la célula -autodenominada Fraternidad Islámica para la Predicación de la Yihad, liderada por uno de los detenidos, el peluquero Alí, y para la que ya habían diseñado un logo (una metralleta y un machete)-, planeaba también, a efectos de financiación, secuestrar a la directora de una entidad financiera para pedir un rescate.
Todos estos planes se encontraban en "fase embrionaria", ya que ni siquiera tenían el mono naranja con el que pretendían vestir al secuestrado para degollarle y solo se conoce sus intenciones por conversaciones que les fueron interceptadas, si bien contaban ya con una granada en perfecto estado, armas de fuego, cuchillos de grandes dimensiones y un machete guardado en un estuche.
Esta célula, a la que los Mossos vigilaban desde hace más de un año, comenzó centrada en la captación, adoctrinamiento y reclutamiento de yihadistas para su envío a Iraq y Siria para ingresar en el Estado Islámico, pero cuando tres de los enviados fueron detenidos en Bulgaria, optaron por dar "un paso más allá" y atentar en España.