Moción de confianza, dimisión y convocar elecciones, u otro candidato socialista: los escenarios a los que podría enfrentarse Pedro Sánchez

El compromiso del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, de agotar la legislatura a pesar del enorme impacto que la presunta trama corrupta que ha hecho caer al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, es el argumento al que se aferran los ministros socialistas para contrarrestar las dudas de los socios y los reproches de la oposición.

Por su parte, el Partido Popular ya pone toda la carne en el asador, convencido de que todo lo que esta ocurriendo puede acabar con la legislatura. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, describe al PSOE como un partido "en fase de destrucción" y considera la situación como un "volcán" mayor que los "brotes o episodios agudos de corrupción" que se han vivido hasta la fecha. El PP también ha exigido la dimisión de la presidenta de Navarra, María Chivite, y elecciones anticipadas en la comunidad foral, tras la renuncia de su número dos en el PSN, Ramón Alzórriz, por sus vínculos con Cerdán y sus supuestas prácticas corruptas en las adjudicaciones de obra pública.

Los posibles escenarios a los que podrían enfrentarse Sánchez

El propio Sánchez ha asumido haber pensado "todas las decisiones posibles". Pero más allá de su característica resistencia, resultan bastante improbables. El primero de estos escenarios pasaría por someterse a una moción de confianza, algo que ya ha descartado en varias ocasiones ante lo arriesgado que resultaría y la posibilidad de perderla.

El segundo escenario sería ceder a la presión de la oposición: dimitir y convocar elecciones. Otra opción que ni el Gobierno ni sus socios contemplan. Aunque, si se diera esta situación, los españoles tendrían que ir a las urnas en agosto, en el plazo de 54 días.

Ahora bien, Pedro Sánchez también podría dimitir y asumir la presidencia otro candidato socialista, con Montero de primera opción. Tras una ronda de consultas con el Rey, el nuevo candidato debería conseguir el apoyo de la Cámara, sino en dos meses habría elecciones.

Eso es todo lo que está en las manos de Sánchez. Lo que no depende de él es la moción de censura, aunque de momento, tampoco depende de la oposición porque no tiene los votos necesarios.

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