La lista de fallecidos españoles la nutren, básicamente, empresarios, ejecutivos y trabajadores, como Marina Bandrés, natural de Jaca de 38 años, residía en la ciudad inglesa de Manchester y tuvo que viajar a España para asistir al funeral de un tío suyo en una población cercana a Zaragoza. Para regresar no pudo encontrar plaza para Manchester y optó por comprar billetes para ella y su bebé de 7 meses en el vuelo de Barcelona a Düsseldorf, desde donde cogería otro que la llevaría de vuelta a casa.
El otro bebé que falleció en el accidente viajaba con su madre, la contralto Maria Radner, que acababa de representar en el Liceu "Siegfried", de Wagner, junto a otra víctima, el barítono Oleg Bryjak, miembro de la Deutsche Oper am Rhein de la ciudad alemana. A Alemania emigró en busca "de una oportunidad de trabajo". Emma subió al avión con ganas de ver a su hijo en Inglaterra. Iba con su madre y su hija, una alumna de sexto de primaria de la escuela Santa Isabel de Sant Cugat del Vallès.
La valenciana Estela Miguel, de 40 años, era residente en Basilea, donde trabajaba para una multinacional farmacéutica, y había estado unos días visitando a su madre y hermanos en Torrent (Valencia). También de Valencia era la exdirectora de un colegio de Primaria de Bonrepós i Mirambell, el Mare de Déu del Pilar, donde había trabajado 24 años, hasta 2012, cuando pidió el traslado a Barcelona, desde donde viajaba a Düsseldorf para visitar a uno de sus hijos, estudiante en ese país.
La soriana María de Pablo también era profesora, pero en Alemania. Se casó hece menos de un año con un alemán. Fernando, vecino de Águilas, viajaba junto a su tío Javier, de Lorca para recoger un camión. Josep Sabaté, vivía en A coruña con sus tres hijos y su mujer; embarazada y a punto de dar a luz.