El gobierno califica de aberrante el proyecto de Torra de rodearse de policías afines

Bildu y los independentistas catalanes son los socios del gobierno más incómodos, sobre todo en tiempos electorales, por eso el ejecutivo se intenta desmarcar de ellos. Pedro Sánchez ha endurecido su lenguaje contra el soberanismo en las últimas horas.

La versión oficial sobre la creación un grupo policial en nada se parece a las intenciones ocultas que apunta la oposición. Es una escolta para Joaquim Torra y para expresidentes como Puigdemont, controlada por la presidencia de la Generalitat y no por los mandos de los Mossos d'Esquadra. Ante el riesgo de que los policías sean elegidos sólo por ser partidarios de la independencia, PSC y Ciudadanos han pedido explicaciones, lo mismo desde Moncloa. "Sería aberrante, no puede haber filtros en un cuerpo policial", dice la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá.

Filtro es el que muchos atribuyen a la televisión pública catalana. La junta electoral ya prohibió hablar de "presos políticos" en la televisión, ahora también expresiones como prisisPolitics, usadas recientemente en TV3 para burlar la restricción. Pero director del ente catalán no sólo se queja de las críticas que reciben, ha anunciado que va a querellarse contra Albert Rivera por calumnias, por injurias y por incitación al odio. La respuesta de Rivera, siempre crítico con la dirección de TV3, ha sido que no van a recibir un solo euro público si llega al gobierno y siguen insultando a los españoles. Rivera reta al director de TV3 a un cara a cara e insiste en que no le importan ninguna de sus querellas.

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