Un tornado provoca el pánico en Castellar de Santiago, Ciudad Real: "¡Ay Dios mío, nos quedamos sin techo!"

Castellar de Santiago y Alamilla, dos localidades de Ciudad Real, han sufrido daños muy severos a consecuencia de la tromba de agua, el granizo y los vientos huracanados que se produjeron durante la tarde del pasado miércoles, 21 de agosto. Ahora, el Ayuntamiento estudia todos los daños ocasionados para evaluar si es necesario decretar el estado de zona catastrófica.

Al parecer la tormenta trajo consigo lluvia, granizo y rachas de viento que superaban los 75 kilómetros por hora. Lo que produjo que varias zonas de las localidades se vieran afectadas. Sin embargo, no hay que lamentar ningún herido.

Entre los destrozos se encuentra el derrumbe del techo de varias viviendas y edificios, como el polideportivo que incluso vio afectadas sus plantaciones y la piscina municipal; el estallido de ventanas y puertas, árboles derribados inundaciones y calles repletas de maleza. Los vecinos resaltan que los canalones de sus casas no daban a basto. De hecho se les escuchaba decir: "ay Dios mío, nos quedamos sin techo" o "la granizada que está cayendo".

Los campos han sufrido en gran medida las consecuencias del temporal, ya que varios campos de pistacho, viñedos u olivares han quedado inundados causando grandes pérdidas. En estos momentos, los ciudadanos de ambas localidades siguen limpiando sus hogares y reparando los daños que tienen solución.

Por su parte, el Ayuntamiento se encuentra haciendo un registro de todos los destrozos reparables e irreparables para evaluar si se puede considerar zona catastrófica o no.

¿Qué se considera zona catastrófica?

Una zona catastrófica es un área que ha sido severamente afectada por un desastre natural o un evento catastrófico, como un terremoto, inundación, huracán, o un accidente industrial. Para que un sitio sea considerado zona catastrófica en España, debe cumplir con ciertas condiciones establecidas por la legislación. Generalmente, estas condiciones incluyen:

• Gravedad del desastre: Debe haber ocurrido un evento que cause daños significativos a la vida humana, la infraestructura, el medio ambiente o la economía. Esto puede incluir terremotos, inundaciones, incendios forestales, entre otros.
• Impacto en la población: La afectación debe ser lo suficientemente grave como para que se necesite asistencia externa, ya sea estatal o internacional. Esto implica que la población local no puede hacer frente a la emergencia por sí sola.
• Evaluación técnica: Se requiere un informe técnico que evalúe el alcance de los daños y las necesidades de recuperación. Esto suele ser elaborado por organismos especializados.
• Declaración oficial: Finalmente, debe haber una declaración oficial del gobierno o de las autoridades competentes que reconozca la situación como catastrófica.

Esta clasificación permite activar mecanismos de ayuda y recursos para facilitar la recuperación de las áreas afectadas.

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