Huelga del transportes
El paro de transportistas deja sin reservas a los bancos de alimentos
Los problemas de suministros provocados por la huelga del transporte han comenzado a afectar a las personas más necesitadas.
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Comienzan a saltar todas las alarmas en Bancosol, el principal Banco de alimentos de Málaga. El paro del transporte, que se prolonga ya 10 días y que se anuncia indefinido, afecta al reparto de alimentos a los más necesitados.
Las estanterías empiezan a estar vacías. No están llegando ni productos frescos y ni perecederos, según explican sus voluntarios. Por ello, muestran su preocupación ya que "ni siquiera en la pandemia" tuvieron este problema.
No reciben nada, según dicen, desde el pasado día 8. En todo este tiempo podrían haber recibido, nos cuentan, 120kg de comida. Este banco de alimentos atiende a 50.000 personas de toda la provincia. Por ello, alertan de que muchas familias han tenido que dejar de comer como lo hacían hasta el momento.
Lo poco que hay en los almacenes ya está preparado salir, por lo tanto, si no llega producto nuevo, no hay suministros que repartir. La entidad asegura que sólo puede garantizar el abastecimiento hasta final de mes.
Pero este banco de alimentos no es el único que está teniendo problemas. Lluís Fatjó-Vilas, President de la Fundació Banc dels Aliments, asegura que la tensión por la escasez de productos y el aumento de costes crece cada día. Tienen muchas dificultades para recibir los pedidos. Nos explica que tenían previsto una entrega mensual de aquí a final de año de aceite de girasol, pero el fabricante ya no se compromete asegura, ni al abastecimiento ni a mantener los precios, que han aumentado un 20% en las últimas semanas.
También padecen retrasos en las entregas de atún y legumbres en general. Debido al paro de transportistas tienen un camión retenido en La Rioja con 7 toneladas de lentejas. Toneladas que dejarán de llegar a las 140.000 personas de la provincia de Barcelona.
Los alimentos entran a cuenta gotas y las reservas se acaban. En el Banco de alimentos de Madrid advierten de que si la problemática se alarga en el tiempo se quedarán sin stock. Relatan que durante la pandemia y el confinamiento la sociedad se volcó y tuvieron mucha ayuda de empresas y particulares. Ahora las donaciones han disminuido.
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