Australia y China han firmado un tratado de libre comercio tras más de diez años de negociaciones que persigue impulsar el crecimiento y la creación de empleo con la reducción de tarifas arancelarias en diversos sectores.
Los ministros de Comercio, el australiano Andrew Robb y el chino Gao Hucheng, firmaron en Camberra el tratado que Pekín ha calificado como el más liberal que ha negociado. Robb destacó que el acuerdo abrirá el mercado chino a la inversión australiana, productos del sector primario y servicios.
"Este acuerdo emblemático reafirmará nuestra actual relación comercial con nuestro mayor socio, y será un catalizador para un crecimiento futuro a través de bienes, servicios e inversión", dijo el ministro australiano.
El primer ministro australiano, Tony Abbott, indicó que con este tratado, junto a otros firmados recientemente con Japón y Corea del Sur, el 95% de las exportaciones australianas estarán pronto libres de aranceles.
"Este es un día señalado e histórico para nuestros dos países. Cambiará a nuestros países para mejor, cambiará nuestra región para mejor, cambiará nuestro mundo para mejor", dijo Abbott tras la firma. China, que a principios de junio suscribió un tratado de libre comercio con Corea del Sur, es el primer socio comercial de Australia con un flujo de bienes y servicios entre ambos países que alcanza los 160.000 millones de dólares.
El acuerdo permitirá que un 85% de las exportaciones australianas entren en el mercado chino libres de tasas, cifra que aumentará al 95% una vez se haya implementado por completo. Hasta ahora, los productos australianos recibían unas tasas de importación de hasta el 40 por ciento.
Australia, por su parte, retirará el impuesto del 5% en productos electrónicos y electrodomésticos chinos. Los productos agroalimentarios, manufacturas y el turismo serán los sectores australianos que más se beneficiarán de este tratado, según el Consejo de Negocios Australia China.