Vitomir Maricic rompe el récord mundial de apnea con 29 minutos y 3 segundos bajo el agua

29 minutos y 3 segundos. Ese es el nuevo límite humano en la apnea estática con oxígeno puro, y el responsable de alcanzarlo ha sido el croata Vitomir Maricic, figura reconocida en el mundo de la apnea extrema. El logro ha despertado admiración, pero también cierto debate, ya que fue conseguido mediante la técnica de preoxigenación, que consiste en inhalar oxígeno puro antes de contener la respiración.

Controversia con el oxígeno puro

"Esta disciplina consiste en inhalar oxígeno puro y automáticamente tengo 5 veces más de oxígeno en los pulmones. Calculo que debería aguantar más de 25 minutos", explicaba el propio Maricic antes de llevar a cabo la proeza. Y su predicción se quedó corta: superó la marca anterior por más de cinco minutos.

El apneista siempre ha enfatizado la importancia de la técnica: "Usamos el abdomen. La mejor manera de saber si lo estamos haciendo bien es poner una mano en el pecho y otra en el abdomen. Solo se debe mover la mano de abajo", explicaba Maricic sobre la respiración. "El objetivo es que todo el cuerpo esté relajado y que solo movamos el abdomen para inhalar y exhalar", añadía sobre los principios básicos que permiten al cuerpo resistir sin oxígeno durante tanto tiempo.

El español Aleix Segura detuvo el cronómetro en 2016 en 24 minutos y 3 segundos. Su registro sigue siendo el tercero más largo de la historia y, en una entrevista para Antena 3 Deportes, aseguró que la técnica de inhalar oxígeno puro antes de la apnea "son muchos minutos de sufrimiento". Además, añadió que practicar apnea "es bastante peligroso, podemos sufrir edemas cerebrales por la intoxicación de Co2".

Más allá del propio récord

Maricic, veterano de la apnea con varios récords en diferentes modalidades, ha demostrado una vez más el impacto del entrenamiento extremo tanto dentro como fuera del agua. Pero esta vez, su objetivo iba más allá del deporte. La hazaña tuvo también un fuerte componente simbólico: quiso superar los 25 minutos que, según investigaciones, puede tardar una tortuga atrapada en basura marina en morir asfixiada. Con este gesto, el croata busca lanzar un mensaje de urgencia sobre la contaminación de los océanos.

Maricic ha declarado en varias ocasiones que ama el mar y ahora, con este nuevo récord, espera que el mundo escuche y actúe.

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