El Hydro Attack, la máquina que combina un avión de caza y un submarino: "Lleva un tiempo saber qué esta pasando"

Surca las aguas como un tiburón, es de miedo. Se lo pueden encontrar por cualquier playa y lo van reconocer por su aspecto animal. Es una simbiosis perfecta entre un avión de caza y un submarino. La máquina que soñaría Julio Verne en el siglo XXI para el Capitán Nemo.

Porque tan pronto surca las aguas en la superficie como por debajo. Y cuando menos te lo esperas... vuelve a salir. Así lo describe Adrian Smith, propietario de esta empresa recreativa de Nueva Zelanda: "Necesitas tener potencia exacta para sumergirte en la profundidad perfecta, más o menos como un delfín cuando se mantiene en el lugar exacto para saltar".

Para que luego este Hydro Attack, con un 100.000 dólares la unidad, salga disparado hacia arriba y que la gente no aguante sin gritar. "Es como un avión acrobático en el agua, esa sería la sensación dentro", explica.

Una máquina de difícil manejo

Desde fuera te quedas alucinado viendo a este avión en el agua navegar a más de 80 kilómetros por hora y sumergirse hasta los 2 metros de profundidad, donde la cosa se complica porque "es la parte más difícil y lleva un tiempo acostumbrarte y saber qué está pasando exactamente".

No es para menos porque conducirlo no es nada fácil. Su propietario explica que los pies "controlan izquierda y derecha, arriba y abajo y las manos los balanceos fuera". Solo queda volar hasta Nueva Zelanda, y probar la experiencia.

Joan Laporta confirma que Xavi Hernández sigue un año más en el Barcelona: "Es un proyecto ganador, no está acabado"

-