La Selección femenina española de hockey subacuático ha conseguido el bronce en el Europeo y gran parte de las jugadores, alternaban las tomas de los bebés con los partidos.
Hasta siete bebés formaron parte de la expedición española en su camino para conseguir la medalla de bronce en el Europeo de 2019, todo un ejemplo de motivación que llevó a las deportistas a lograr un tercer puesto con sabor a oro.
"Las madres tienen mucho hockey encima, tienen muchos años de experiencia y, sobre todo tienen físico", sostiene Mercedes Antón, jugadora de la Selección.
Un gran ejemplo de ello es la capitana, quien pasados tan solo dos meses después de parir, ya asistía a los partidos junto al resto de sus compañeras. Una combinación perfecta que, junto a los padres y jugadores del equipo masculino, les ha llevado al éxito.
"Los padres han sido un ejemplo, igual que el resto de los compañeros, tanto de la selección femenina como de la masculina", sostiene la capitana Clara Martínez.
El hecho de ser madres, no es ni de lejos el mayor sacrificio de estas deportistas, quienes se tienen que costear sus viajes y además llevar a toda su familia, si quieren participar en los distintos campeonatos.
Además, no entrenan en una piscina fija. "Qué nos dejen un hueco en las piscinas, que nos permita crecer. Que no sea un hueco, como el de la leprosería", defiende Marta Pons, Presidenta de la Asociación de Hockey Subacuático.
