El contrato que firmaron en 1962 The Beatles y el representante Brian Epstein, que catapultó a la fama a la banda de Liverpool, saldrá a la subasta en Londres por un precio estimado de entre 300.000 y 500.000 libras (de 411.000 a 685.000 euros), informó este sábado la casa Sotheby's.
Días antes de publicar su primer sencillo, "Love Me Do", los cuatro integrantes definitivos del grupo -John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr-, rubricaron el único documento que les uniría a Epstein, que controló los pormenores del despegue de su carrera.
El documento determina que el mánager era responsable de "todos los asuntos relativos a la vestimenta, maquillaje y aspecto" del grupo, y le daba poderes para despedir a alguno de los integrantes de The Beatles si se producían disputas entre ellos.
Una de las cláusulas del contrato detalla que Epstein podía echar a alguno de los músicos si "dos o más de ellos desean dejar fuera a uno o más del resto de artistas sin el consentimiento escrito del mánager". "Sin este contrato y la relación que selló sería inconcebible que The Beatles hubieran alcanzado el mismo éxito.
Era necesario algo más que inspiración musical y composición para reinventar la música popular", sostuvo Gabriel Heaton, especialista en Libros y Manuscritos de la casa de subastas, que rematará el documento el 29 de septiembre.
Epstein, que había regentado una tienda de discos y no tenía experiencia en la representación de artistas, convenció al grupo de que les convertiría en estrellas tras escuchar sus primeras grabaciones. El 9 de noviembre de 1961, el empresario visitó el "Cavern Club", en Liverpool, para oír en directo a la banda por primera vez y regresó todas las noches durante la siguiente semana.
Un mes después, el 10 de diciembre de 1961, The Beatles acordaron que Epstein sería su representante, si bien esa relación no se formalizó por escrito hasta el 1 de octubre del año siguiente. La implicación de Epstein en el día a día del grupo le llevó a ser conocido como el 'quito Beatle'.
Cuando en agosto de 1967, con 32 años, fue hallado muerto en su apartamento del barrio londinense de Belgravia por una sobredosis accidental de medicamentos, el grupo le rindió tributo: "Le queríamos. Era uno de nosotros", afirmó John Lennon.