Su característico contoneo detrás del piano ha desaparecido, pero sus manos y su voz aún se muestran rebeldes. Flequillo indomable, dedos supersónicos, nervio de pura sangre, Jerry Lee Lewis lleva más de 50 años encarnando el espíritu del rock and roll.
En los años 50 esa música era sinónimo de subversión y descaro, y así eran las canciones de Jerry Lewis y también su vida "La verdad es que ahora me asusta volver a cantar.
Pero también me atrae sacudir a la gente, ver cómo reaccionan" Lewis como tantos empezó en en el órgano de la iglesia, éxitos como Great Balls of fire o Whole lotta shake going on le llegó a disputar la corona al mísmiso rey, Elvis Presley, pero sus excesos y su boda con su prima de tan sólo 13 años le sumergieron en un purgatorio del que tardaría en salir.
Experiencias tiene de sobra: "Yo les aconsejaría a los músicos de hoy que si se meten en este mundo trabajen muy duro, porque éste no es un negocio fácil" En este nuevo album que acaba de presentar a unas horas de cumplir 75 años, Lewis reune temas clásicos del rock compartidos con Mick Jagger, Keith Richards o Sheryl Crowe. The Killer, como se conoce a Lewis, aún anda suelto