El artista chino Cai Guo-Qiang inventó un espectáculo sorprendente de fuegos artificiales que pudo apreciarse en el Museo de Arte Moderno en Doha, en Qatar.
Para lograrlo, utilizó computadoras y microchips especiales que le permitieron iniciar las coloridas explosiones en el momento preciso. Con ello consiguió decorar el cielo y formar curiosas figuras.