"Con un aumento de temperatura de 2ºC, el sur de Europa tendría un clima parecido al norte de Africa y el norte de Europa tendría un clima similar al que ahora tiene el sur de Europa. Además de los impactos medioambientales, no podemos olvidar los impactos económicos que pueden alterar la economía de toda una región como por ejemplo el sector marisquero en Galicia con la subida de temperatura del mar o la producción de aceituna en Andalucía", ha advertido Cantero en su trabajo.
Para evitar este escenario, los autores del estudio proponen transformar el modelo productivo y de consumo actual, en particular el energético y el alimentario con el fin de disminuir el impacto en las temperatura media del planeta.
De acuerdo con el informe, los ecosistemas acuáticos continentales y las zonas costeras sufrirán de forma muy intensa los efectos, y muchos podrían desaparecer. Del mismo modo, los bosques tendrán que hacer frente a un mayor número de sequías e incendios forestales, y los ambientes de alta montaña podrán quedar exentos de nieve y glaciares en prácticamente todas las zonas de Europa.
Cantero ha explicado que en Europa el ritmo del calentamiento ha estado 0,2 grados centígrados por encima de la media mundial, siendo la década 2002-2011 la más cálida registrada en Europa y 13 de los 14 años más cálidos se registraron en el siglo XXI. Además, la temperatura media española aumenta más de 0,5 grados cada década desde principios del siglo XX.
Por su parte, el fundador de EQUO, Juantxo López de Uralde, ha alertado de que seguir con la industria de los combustibles fósiles tendrá un impacto en nuestras vidas irreversible. "El contexto energético es clave para entender porqué no se está haciendo lo suficiente para luchar contra el cambio climático", ha dicho.
En este sentido, el portavoz de EQUO en el Parlamento Europeo, Florent Marcellesi, ha asegurado que Europa ha perdido su papel de liderazgo en las políticas contra el cambio climático, aunque se podría recuperar en la Cumbre del cambio climático en París a finales de año.
El informe enumera los signos que el cambio climático ya está provocando y que permiten prever lo que va a ocurrir en 2050. Por ejemplo, indica que el número de desastres naturales asociados al calentamiento en Europa ha aumentado en los últimos años. Sólo entre 1998 y 2009 afectaron a más de 11 millones de personas y unas pérdidas de 150.000 millones de euros.
También informa de que el aumento de las temperaturas y las sequías han provocado un aumento de los incendios forestales. Desde 1990 los 38 grandes incendios europeos han provocado la muerte de entre 200 y 300 personas y unos 6.916 millones de euros en pérdidas.
En el sector agrario español, añade que la ola de calor de 2003 produjo 800 millones de euros en pérdidas, redujo un 30% el suministro de forraje a la ganadería, así como una disminución de entre un 15-20% de las aves de corral y un descenso del 30% en la producción de la patata.
Igualmente, explica que en España el turismo representa el 11% del PIB, pero este porcentaje disminuiría sensiblemente de aumentar la temperatura. Así, recuerda que se calcula que un incremento de 2ºC podría suponer olas de calor de entre 44 y 46 ºC. Las alergias y la proliferación de parásitos y otros insectos transmisores también serán riesgos más comunes, según el estudio, que subraya que sólo en 2013 se capturaron más de 10.000 mosquitos tigre en el Delta del Ebro.
Cantero también ha explicado que "el aumento de las temperaturas agudizará la sensación de calor y bochorno en el interior de las ciudades, especialmente durante la noche, lo que dificultará enormemente la conciliación del sueño, provocando efectos negativos sobre el nivel de bienestar de la población y provocará situaciones de agotamiento que causarán problemas en la salud".