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EN UN COLEGIO DE LPGC

Simulacro de incendio sin previo aviso

Han vivido momentos de angustia pero han aprendido cómo actuar para controlar el pánico.

Suena la alarma y enseguida profesores y alumnos activan todos sus sentidos. Significa que hay un incendio y que hay que salir lo antes posible del colegio. Una lección que, gracias a simulacros como éste, los niños tienen muy bien aprendida. Aunque no se trataba de un incendio real algunos se han llevado un buen susto. Una vez al mes todos los colegios han de simular una situación de emergencia. El fin es encontrar fallos en las infraestructuras que puedan suponer un obstáculo en un rescate real

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