Esta noche, la música es la protagonista de las Fiestas de las Nieves, en Agaete, con el memorial Alfonso Estupiñán, pero el eco de La Rama aún suena en su estreno como Bien de Interés Cultural.
Tras una intensa noche de fiesta llega el día grande, y como marca la tradición.
El volador que lanza el alcalde desata la locura. Para muchos ha transcurrido un año esperando este momento.
Y lo disfrutan como toca, intensamente.
Algunos reponen fuerzas antes de recoger la rama, la carne de cochino que no falte.
Aquí se juntan vecinos y extraños.
Y para los que no subieron a Tamadaba, también hay ramas.
Una vez repartidas, Toca bailar y olvidarse del mundo. Porque Agaete ha sido este fin de semana, como cada 4 de agosto, el epicentro de la fiesta más amable y divertida.
