Mañana se cumplen 8 años del trágico accidente de Spanair que costó la vida a 154 personas. Más de la mitad de los fallecidos eran canarios. Como cada año se suceden los homenajes. En esta ocasión, con el trasfondo de una sentencia judicial que da esperanzas a los familiares.
El 20 de agosto de 2008, pocos minutos después de despegar del aeropuerto de Madrid Barajas, el vuelo JK5022 de Spanair con destino a Gran Canaria se estrellaba en el suelo. A bordo, viajaban 172 personas. 146 murieron de forma inmediata y 8 más en los días posteriores. La tragedia iniciaba el calvario de los supervivientes y de los familiares de las víctimas que año tras año, además de recordar a los suyos, han luchado por mejorar las condiciones del transporte aéreo en España. Primero intentando que el accidente no se atribuyera solamente a un fallo humano, sino a una cadena de errores y luego intentando que se mejoraran la seguridad aérea y la atención a las víctimas de accidentes como el suyo. Tras pelear en los tribunales y ver cómo se cerraba la causa penal tanto en España como en Europa, su lucha continúa. En los últimos años la asociación de victimas ha tenido que luchar también contra la aseguradora de la compañía, que pagaba indemnizaciones ajustándose al baremo existente para los accidentes de tráfico. Tras perder varios juicios contra la compañía en los tribunales, una nueva sentencia en Barcelona les ha dado esperanzas. Dice que las indemnizaciones deben ajustarse a las normas europeas y al convenio de Montreal, lo que podría multiplicar la cuantía de las compensaciones.
