Más de medio mundo ha seguido con expectación la boda de los futuros reyes de Inglaterra, hasta los ciudadanos británicos, que han organizado auténticas fiestas en mitad de la calle, también aquí en Canarias.
Puntualidad británica. Una carpa adornada para la ocasión. Ambientación adecuada, bebidas para celebrar... ni la Guardia Real Británica ha faltado al gran evento. Los ingleses del sur de Gran Canaria han vivido hoy su particular Street Party. Eso sí, ellos han cambiado la brumosa mañana británica por una soleado jornada canaria, lo que no significa que tengamos que descuidar la etiqueta. Las pamelas, los trajes de gala e incluso las más curiosas pajaritas han copado nuestra especial alfombra roja.
Aunque todas las miradas se centraban hoy en un sólo vestido, el de la novia. Tanto es así, que pocos han podido contener las lágrimas y la emoción. Es una boda para la historia, nos dicen, y la distancia no ha sido un problema para vivirlo intensamente. Precisamente esa magia es la que ha conseguido transportarles a ellos, hasta hacerles sentir que hoy eran uno más de los miles de invitados reales.
