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LA OCDE PIDE MÁS APOYO A LA INVESTIGACIÓN

Los universitarios españoles tienen el mismo nivel que los alumnos de secundaria de Japón

La compresión lectora, la capacidad de cálculo y la resolución de problemas en España "dejan mucho que desear", según el informe de la OCDE. También critica que las universidades españolas son demasiado generalistas.

El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, ha avisado de una situación "alarmante" en la formación de los españoles, ya que el nivel de competencias de los titulados japoneses de secundaria superior es más o menos igual que el de nuestros graduados universitarios.

Esto es "una desventaja comparativa muy importante", por lo que la OCDE está empezando a desarrollar con el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y otros departamentos del Gobierno una estrategia de competencias que pueda "corregir este déficit", para hacerlas "más pertinentes" y respondan a "las necesidades del mercado laboral", según Gurría.

"La calidad de la educación y la adecuación de la educación al mercado es el desafío de las universidades españolas", ha subrayado Gurría, algo en que todos los organismos públicos y privados deben trabajar.

La calidad de la formación universitaria española dista todavía "mucho" de alcanzar la de otros países, para que los titulados puedan enfrentarse a los problemas y retos de la vida real. La compresión lectora, la capacidad de cálculo y la resolución de problemas en España "dejan mucho que desear", ha insistido a la vista de los resultados de la Evaluación Internacional de la población adulta de entre 16 y 15 años (Piacc) de 2013.

La OCDE cree necesario que la universidad se centre en la investigación

La adecuación de las competencias respecto de lo que el mercado está necesitando significa adquirir conocimientos, saber aplicarlos y que sean pertinentes. De ahí, la necesidad de mejorar ante un contexto internacional cada vez más competitivo, ha insistido, pues un mayor grado de formación reduce "drásticamente" el riesgo de desempleo.

Para conseguir unas universidades de más calidad, ha defendido su especialización, pues las españolas tienden a ser generalistas "excesivamente", y apostar por la investigación. Existe un fuerte sesgo academicista y teórico en las enseñanzas universitarias, ha advertido. Sobre profesorado, ha indicado que es otro aspecto de colaboración público-privada para atraer a los de mejor nivel.

En relación con la financiación, ha puesto el ejemplo de los países donde pagar por ir a la universidad pública "no es tabú", sino que se analiza la capacidad socioeconómica de cada uno de los jóvenes; cuando no tienen recursos, se les aplican "becas-crédito" que puedan devolver cuando trabajen.

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