Damián pone las cartas sobre la mesa y advierte a Don Agustín acerca de sus robos: “Tendré que tomar medidas”

Tras las confesiones de Carmen y Claudia acerca de los robos de Don Agustín, Damián ha decidido tomar partida en el asunto y frenarle los pies al cura. No era la primera vez que esto sucedía, y el párroco ya había sido advertido en más de una ocasión.

Agustín ha confesado que todo eso eran cosas del pasado, y, aunque ha pedido perdón por sus acciones, para Damián no ha sido suficiente.

Sin embargo, el religioso sabe muchas más cosas del directivo de las que debería, y no ha dudado en utilizarlas contra el anciano hombre para mantener su puesto.

Pero Damián está cansado de los sucios chantajes del hombre, y su posición es firme: “No tiente a la suerte”,recordándole que su principal función es mantenerse en silencio.

¿Qué secretos esconde Don Agustín? ¿Se quedará el párroco mucho más tiempo en la cantina?