Sirin hiere a Enver en el alma al nombrar a Hatice: “Ojalá hubieras muerto”

Sirin ha cruzado una frontera muy peligrosa y sin retorno: ha herido los sentimientos de Enver hasta lo más profundo, causándole un dolor inimaginable que rompe definitivamente la relación entre los dos. La tensión, que él intentaba sobrellevar optando por el silencio con su hija, termina estallando cuando ella ya no soporta más ese vacío.

En un arranque de ira, Sirin le dice a su padre que le odia y va aún más lejos: “Ojalá hubieras muerto en vez de mamá”. Enver, impactado por esas palabras y esa referencia a Hatice, decide marcharse, dejando sola a su hija. Ella se da cuenta de le ha hecho mucho daño y, por un momento, parece arrepentirse. Sin embargo, su sentimiento de odio hacia todo el mundo ya parece no tener marcha atrás.

Cada vez se siente más acorralada, especialmente tras haber confesado a Arif su secreto sobre la muerte de Sarp. Ha descubierto que Ceyda también lo sabe. ¿Y si se lo cuentan a la Policía? Por primera vez, siente que es vulnerable y que podría acabar en la cárcel.