Elena, la madre de Ricky, les dice a Sonia y Nacho que el alcalde es un asesino. Es entonces cuando montan un dispositivo para investigar sus trapos sucios. Descubren que el alcalde esconde en la reserva grandes cantidades de residuos altamente tóxicos y que los está vertiendo en los túneles del pueblo. El alcalde ha sido el culpable de todos los extraños acontecimientos que han tenido lugar en Calenda y también es el responsable de la enfermedad de Leire y Tomás. Cuando es detenido, Basilio intenta ayudarle a escapar, pero Francisco no puede y secuestra a Vera y Olivia en el despacho de la jueza.