Povedilla es obligado por Salazar (Miko Jarry) y su secuaz, el chivato (Ruben Ochandiano), a evadirse con ellos de la cárcel aprovechando el motín que ellos mismos organizan coincidiendo con la excarcelación de don Lorenzo. Para ello cuentan con la ayuda de otros dos delincuentes que trabajan desde fuera: Allison Morris (Erica Prior) y Philippe Mignon (Xavier Lafitte). Lucas no dejará sólo a su compañero y se las apañará para sumarse al grupo de fugados a pesar de la negativa de estos.
A pesar de las imprevisibles secuelas, Mariano está decidido a someterse a un borrado de memoria para olvidarse de Lola. Cuando Paco y su mujer intervienen, es demasiado tarde: el proceso está a punto de finalizar y Mariano no recuerda nada sobre su enamoramiento. Pero también ha olvidado los hechos relacionados con la muerte de Ruth cuando de su declaración depende el que Don Lorenzo sea excarcelado. Arturo, un nuevo e inquietante personaje, contribuye a aumentar la confusión de Mariano.
Lucas consigue ponerse en contacto telefónico con Sara y logra conmover a la joven con sus palabras. Pero ella, consciente de el daño que puede sufrir, insiste en olvidarse de Lucas intentado acercarse a Aitor. Por otra parte, ante la rotunda oposición de Lola a que su hija ingrese en el Cuerpo de Policía. Paco, que no está del todo en contra, pretende que Félix, el psicólogo con el que él mismo se trata, convenza a Sara para que no se presente a las oposiciones.