Reaparece Melgar, que quiere unirse a la banda de Carranza, pero el veterano bandolero no le acepta, pues todavía recuerda las diferencias que ambos mantuvieron en el pasado.
Eugenia ha acusado a Miguel de intento de abuso. Así, Olmedo debe encerrar al teniente en el calabozo. Carmen convence a Eugenia para que diga la verdad. ¡Lo del abuso fue una mentira desesperada! La Montoro, arrepentida, va al cuartelillo a confesar. Miguel es liberado y, en el fondo, siente pena de Eugenia.
Rafael, el sindicalista, vuelve a Arazana. Arregla sus problemas pasados con Roberto y éste le entrega los panfletos que ha impreso Sara. Pero a todo esto, Juanito cae enfermo, por beber de un pozo que ha envenenado el propio Rafael. Roberto, encolerizado, lo busca para arreglar cuentas, mientras tanto se prepara una nueva acción revolucionaria.
Por otra parte, Pepe y el Padre Damián descubren que el alcalde, un hombre con fama de puritano, ha muerto en la posada de la Maña mientras disfrutaba con una chica. Deben sacarle de la posada sin levantar sospechas.
